Hay desesperación entre los campesinos por falta de lluvias en la región

Están pérdidas las esperanzas para el campesino, debido a que por segundo año consecutivo las lluvias para la siembra de maíz han sido irregulares. Entrevistado al respecto el señor Angel Rosas Lopez informó que para todos los campesinos de la región principalmente para los de la comunidad del Zapotillo del ejido de Arroyo Seco perteneciente al municipio de Zihuatanejo, las esperanzas de empezar a sembrar sus tierras de maíz ya están pérdidas debido a que por segundo año consecutivo las lluvias no llegan cuando debería de empezar a llover.

Agregó que en el ejido de arroyo Seco habrá unos 70 jefes de familia que viven de lo que el campo produce de las lluvias del ciclo Primavera-Verano “pensamos que ya todo esta perdido, porque no ha querido llover, hay desesperación debido a que la poca agua que llovió hace un año, en nuestra comunidad ya se nos está acabando”.

Aseguró que en años anteriores el tiempo de las lluvias comenzaba  entrando el mes de julio y es cuando empezaban a sembrar sus parcelas de maiz, ahora al igual que hace un año, ya finalizó el mes y las lluvias no se hacen presentes.

Recalcó que por eso “nuestras esperanzas de empezar a sembrar nuestro maíz y frijol ya están perdidas, si es que no llueve este mes de agosto aunque ya no hay esperanza de todas maneras, ya hay tristeza entre nosotros los campesinos por la falta de lluvias”.

Menciono que la falta de lluvias ya está trayendo grandes consecuencias debido a que en primer lugar se les están acabando el agua para beber la gente y sus animales y con ello se hará presente la hambruna tanto en las personas, así como el poquito ganado que cada quien tiene debido a que poco a poco se está agotando la pastura y se corre el riesgo que se empiecen a morir los animales como el ganado por falta de agua y alimentos.

Destaco el campesino que en el poblado de Arroyo Seco hay más de 20 campesinos en el Zapotillo unos 12 y más de 70 en todo el ejido y que todos están en una grave crisis de agua y las lluvias no se hacen presentes, de ahí que cada día crece más la desesperación entre los campesinos de la región de la Costa Grande por la falta de las lluvias.