OPINION

Saldo Positivo

Por Manuel Tello Zapata
Luego del puente por las fiestas patrias, los guerrerenses volvimos a la actividad normal, aunque es importante revisar el saldo que nos dejaron dichas festividades. El Gobernador Héctor Astudillo Flores dio el grito en palacio de Gobierno ante varios miles de ciudadanos que hicieron del ambiente familiar una gran fiesta y juntos corearon los llamados patrios de Astudillo, al tiempo que se disfrutó de una gran fiesta musical.

A pesar de que en las redes sociales no faltaron aquellos que hacían llamados a no acudir a las fiestas oficiales bajo el argumento de que no hay nada que lamentar, esos agoreros del desastre se quedaron solos en su casa, porque el pueblo salió a las plazas cívicas para festejar el inicio de nuestra guerra de independencia sin faltar desde luego, el del zócalo de la ciudad de México, como es tradición durante todos los meses de septiembre.
No hubo ningún problema alguno y si en efecto, especialmente en el Estado de Guerrero se vive una circunstancia de muchos conflictos, la gente entiende que con refugiarse en sus casas no se arregla nada y en cambio, si se da una imagen de ser un pueblo sufrido pero fiel a sus tradiciones históricas, el sentimiento de ser mexicano se reafirma y confirma. Especialmente porque las autoridades de los tres niveles pusieron de su parte y la fiesta estuvo completa.
VOCACIÓN PLURAL.
Demostrando que es un político con amplia experiencia, de vocación plural, que no antepone sus preferencias partidistas a la función de gobernar, el mandatario guerrerense Héctor Astudillo Flores atendió la invitación que le hiciera su colega, Gobernador de Michoacán: el perredista Silvano Aureoles Conejo, para asistir al primer informe que rindiera el michoacano ante el pueblo que gobierna.
Silvano Aureoles agradeció la asistencia de Astudillo, y este a su vez, le expresó su reconocimiento por el buen trabajo que está realizando al frente del gobierno en nuestro vecino Estado. Desde que asumieron el mando, ambos Gobernadores han sostenido una excelente relación de trabajo, sobre todo porque tanto Guerrero como Michoacán sufren de problemas similares, especialmente el que se vive de la inseguridad pública. Seguramente Aureoles también hará acto de asistencia al primer informe de Astudillo.
SEGURO QUE NO SE VA. 
Diversas versiones carentes de fundamento, se han estado manejando en las redes sociales, relacionadas con la supuesta salida del Presidente municipal de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, por la vía de la solicitud de licencia o por el desafuero mediante una decisión del Congreso local. Nada de esto es cierto. Se trata de una campaña de desprestigio en contra del Alcalde capitalino que en efecto, encontró muchos problemas a lo largo de su administración, pero ninguno es tan grave como para condicionar que abandone el cargo.
Marco Leyva recibió un palacio municipal hecho ruinas, saqueado y destruido en su equipamiento por las huestes de la CETEG, que se posesionaron del inmueble durante muchos meses y como viles delincuentes, se robaron lo que pudieron llevándose a sus casas valiosos botines. Tan serio daño al patrimonio de los chilpancingueños costó mucho dinero a la administración entrante, en materia de recomposición.
A pesar de que Leyva Mena ha sido generoso con los trabajadores municipales, ya que les entregó un aumento salarial de 19%, algo que no se acostumbra en ningún nivel de gobierno, algunos líderes sindicales como el de los independientes, le han exigido prebendas para sus propios bolsillos y al no darles esas mochadas, se dedican a organizar paros, tomas del palacio municipal y bloqueos a la avenida. También dirigentes de colonias, discapacitados, etc., que exigen mochadas para ellos mismos, han recurrido a esta práctica que causa muchas molestias a la ciudadanía.
El problema de la basura, que ha convertido a Chilpancingo en una ciudad llena de residuos en sus calles principales, es fácil de entender y no hay que buscar culpables donde no los hay: el  responsable de este tiradero gigante es el Presidente municipal de Tixtla, Hossein Nabor Guillén, quien por politiquería barata se ha negado a que Chilpancingo utilice la celda emergente construida en Matlalapa.
Marco Antonio Leyva Mena ha entendido las intenciones perversas del perredista tixtleco y ya no insistirá en usar esa celda emergente, por lo que sus colaboradores buscan con rapidez otros terrenos donde se pueda construir el relleno sanitario de la capital. Ojalá que la comuna tixtleca no se arrepienta de oponerse al desarrollo de una actividad intermunicipal, que pudo haber logrado muchas cosas para ambos municipios, incluyendo a Zumpango de Neri.
Los  enemigos de Marco Leyva exigen a grito abierto que deje el ayuntamiento, pero no interponen ninguna solicitud ante el Congreso local, por la nulidad de sus argumentos. Si en efecto, Leyva Mena solicitara licencia, quien ocupase su puesto no traerá una varita mágica para recomponer las cosas, hay que ser realistas. El Alcalde capitalino tiene, aparte de las broncas políticas, muchos aciertos a su favor como la construcción de casi 250 obras de interés social, la atención al conflicto creado por las policías comunitarias, la negociación con los sindicatos, que permitirán muy pronto terminar con los paros y bloqueos, etc., etc..

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