MEMORÁNDUM

*** ¿La diosa fortuna?

Gerardo Ruano Cástulo
Todos los días leía el zodiaco. Veía que le deparaba el destino. En ésta ocasión, leyó, según su signo, que era un día de mucha suerte. Así, que fue hacia el vendedor de billetes para la lotería y compró un cachito. Lo colocó en su cartera.

Al día siguiente, luego que se levantó, tomó el periódico para revisar el resultado del sorteo de la lotería. Leyó poco a poco los números buscando el que había comprado. No hubo éxito. Ni siquiera reintegro. Estaba contrariado, puesto que el zodiaco siempre le había anticipado de cosas en la vida.
Un tanto desanimado, regresó al periódico para buscar los signos zodiacales. Al leer el suyo, encontró la respuesta a la situación: “Hoy no será un día de suerte. Evita los juegos de apuestas y rifas”. Entonces se dijo: “los astros siempre tienen la razón. Esperaré. Mañana puede ser mi día de suerte”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
La buena suerte, dice un adagio, “no existe, y si es que existe, debe estar de lado de la gente que trabaja”. No hay secretos para alcanzar el éxito. La decisión es personal. Todos tenemos dentro, el grandioso poder de decidir. De poder elegir la ruta que daremos a nuestras vidas.
La diferencia está en quienes saben convivir con las presiones. En quienes saben dar buen cauce a las frustraciones. En los que saben aprovechar el fracaso y los yerros. En quienes pueden sacar magníficas energías del coraje. En los que asumen la responsabilidad, en lugar de andar poniendo excusas y culpando a los demás de los problemas.
El éxito va más allá de la buena suerte. Y lo podemos ver, en ejemplos concretos. En el caso del Gobernador Héctor Astudillo Flores, la gubernatura no le llegó por un mero juego de azar. Es resultado de una trayectoria transparente de trabajo. Nada de buena suerte. Sencillamente, ha trabajado para estar en el lugar donde hoy está.
Otro ejemplo, lo podemos ver, en Beatriz Vélez Nuñez, actual diputada federal y Secretaria General del Sindicato de Salud en Guerrero. Su posición política no es resultado de un acto de magia o simple fortuna. Detrás de esto, existe mucho trabajo. Un trabajo, en el que ha sabido convivir con las presiones.
Llegar no es fácil. Mucho menos mantenerse. Esto requiere de un trabajo constante, responsable y transparente, como también lo ha hecho el líder del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava, quien ha logrado la unidad histórica, después de una etapa de mucha turbulencia, con base a caminar junto a los trabajadores. Escucharles y hablarles de frente y con la verdad. Por esa humildad que le distingue y de trabajar a ras de piso, es porque hoy está al frente de más de 20 mil trabajadores.
Existen pues, ejemplos de que no hay éxito sin trabajo. Y que la buena suerte, si es que existe, está de lado de quienes trabajan. Lo vemos también en el actual Subsecretario de administración de la Secretaría de Finanzas, Tulio Pérez Calvo. Es brazo derecho del Gobernador, en virtud de su honestidad y lealtad. Siempre, en todos los espacios que se ha desempeñado, lo ha hecho con eficacia. Lo ha hecho, entregando buenas cuentas. Le ha tocado manejar recursos y siempre ha salido con la frente en alto. No es casual, la posición estratégica que hoy tiene. Esa es la cuestión.

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