MEMORÁNDUM

***Hipnosis social

Gerardo Ruano Cástulo
Era un grupo numeroso de inconformes. Llegaron a ver al maestro, para pedirle que les apoyara en su lucha. Estando frente a él, le dijeron: “Nuestra lucha es justa. ¡Apóyanos maestro! Hay mucha pobreza por todas partes. Nos duele la pobreza. Nuestra gente sufre de hambre”. El plan era ir a una guerra.

El maestro escuchó y se mantuvo en silencio. Ni una sola palabra. Entonces, alguien le gritó: “¿No te duele la pobreza en que nos tienen? Si tienes una razón para luchar o vivir, ¿Dinos cuál es?”.
Luego de esto, el maestro expresó: “Si me duele la pobreza y mi propósito de vida, es precisamente avanzar para vencer a la pobreza”. Al escuchar esto, le cuestionaron: “Si es así, ¿Por qué no vienes con nosotros?”.
La respuesta del maestro fue: “Porque mi trabajo, es para vencer la pobreza; pero la pobreza, de quienes aún piensan, que con la violencia se pueden mejorar las cosas”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.). 
El ser humano, es el ser más inteligente de éste mundo. Aunque las guerras indiquen todo lo contrario. Aunque las historias de corrupción y muerte digan otra cosa. Aunque exista mucha hambre y sed de justicia por doquier. El punto es, que tiene la capacidad para dejar la ambición, avaricia y soberbia.
El mundo nos seduce. Nos ilusiona. Nos muestra el brillo del oro. Lo fascinante de los lujos y la comodidad. Nos mete a competir, para tener más que los demás. Nos lleva a la indiferencia, porque la prioridad solamente somos nosotros.
El poder, la fama y el dinero son deidades que se adoran todos los días. Son falsos ídolos que carcomen a la humanidad. ¿Cuántas muertes se han generado a causa de éstos dioses? Se mata por estar en la cima. Se mata por tener más. Aunque la triste realidad indique, que esto no es eterno. Todos abandonaremos algún este mundo. Y nos iremos sin nada. No irá el carro de mudanzas para llevar las cosas a la tumba. Todo es una ilusión. Un gran acto de hipnosis social. Nos la hemos creído.
El desprendimiento comienza dentro de uno mismo. Iniciando con los resentimientos. Con esa ira y los miedos que hemos acumulado; y que son la parte más abultada de nuestro pasado.
Disfrutar del presente es algo complicado. Porque requiere de un gran actitud. Actitud que no se reduce a una simple sonrisa o a una frase motivante expresada en la red social. La actitud es un estilo de vida. Si hay mediocridad, esa será la pobreza que salga a la luz. Si hay hábitos fuertes de crecimiento, esa será la riqueza que salga de ti.
La buena actitud es propia de personas con mentalidad positiva. De quienes viven en un estado permanente de agradecimiento. De los que se ocupan de su crecimiento, en vez de perder tiempo en chismes y poner el pie a los demás. Se alegran del éxito ajeno. Y saben que están aquí, en éste mundo, para cumplir con un propósito.
El ser humano tiene la forma de cambiar el rumbo de las cosas. Puede tomar el control de la situación. Todo radica, en que decida, ¿De qué lado ésta? Del rebaño o de los que lideran su vida. Esa es la cuestión.

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