OPINION

El Primer Año; Resultados

Por Manuel Tello Zapata
El Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, acudirá el próximo 27 de octubre, cuando se cumpla el primer año de haber tomado posesión, al Congreso local para hacer un desglose de su primer informe, a enunciar un mensaje al pueblo de Guerrero y escuchar a los representantes de cada fracción parlamentaria. En términos generales, el balance de estos trabajos es más que satisfactorio y los guerrerenses podemos afirmar que tenemos un gobierno bien intencionado que seguramente superará en adelante, lo hecho en estos doce meses.

Haciendo gala de una gran vitalidad y excelente salud, Astudillo Flores desde un principio tomó al toro por los cuernos y ha desarrollado un trabajo intenso. Esto le ha venido dando como consecuencia lógica, grandes resultados y logros que se reflejan en beneficios para la ciudadanía. En Guerrero tenemos muchos problemas y el más grande por el momento, es la violencia que generan diversos grupos delincuenciales; pero también sufrimos rezagos de mucho tiempo atrás, que deben ser atendidos.
El Gobernador Héctor Astudillo Flores no espera que sus colaboradores le den resultados. Personalmente atiende a los grupos sociales para escuchar su problemática y encontrar de manera conjunta la mejor solución a cada una de las demandas sociales que recibe. Es así como los grupos feministas, las organizaciones del campo, los emprendedores, los productores de maíz, coco, Jamaica; las empresas que quieren invertir en Guerrero y especialmente en Acapulco, pueden decir que han sido bien atendidos por el gobernador.
Sin embargo, la cereza del pastel en este primer informe de gobierno será indudablemente el diálogo y la negociación que el Mandatario ha logrado establecer con los grupos de la CETEG, con las organizaciones que los apoyan, con la Escuela Normal de Ayotzinapa, etc. Gracias a estos encuentros del  Gobernador con dichos grupos, se logró terminar con el grave conflicto que hemos vivido los guerrerenses desde el pasado 16 de septiembre del 2014.
El Gobernador ha conseguido que en Chilpancingo las marchas y manifestaciones violentas se reduzcan en gran medida, y que espacios emblemáticos como la plaza cívica, la avenida Ruffo Figueroa y el ex INEBAN, sean devueltos al pueblo de Chilpancingo. Seguramente los grupos disruptivos  seguirán con sus movilizaciones, pero el diálogo con el Gobierno del Estado es una línea importante para la solución de diversos problemas.
Nuestro paisano, Héctor Astudillo Flores, puede sentirse satisfecho de lo que ha logrado en su primer año de gobierno. Los problemas continuarán, pero mantendrá ese paso de trabajo firme para que ningún conflicto, por grande que sea, rebase sus posibilidades. La inseguridad es uno de esos problemas donde seguramente y con el apoyo firme del gobierno federal ¬-no hay de otra- se den los resultados que la sociedad espera, en el segundo año del gobierno astudillista.
POR FIN, LIBRE EL CENTRO.
Con gran sorpresa no exenta de alegría, se recibió ayer entre la gente de Chilpancingo, el anuncio de que por fin, y luego de dos años de supuesta lucha política, la CETEG que comanda Antonia Morales Vélez, desocupará la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, lugar que convirtieron en su propiedad y uso exclusivo, bajo el pretexto de exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y en contra de la Reforma Educativa.
Con unas autoridades totalmente replegadas e inermes para imponer el orden, los supuestos maestros cetegistas tomaron la plaza cívica y el palacio municipal, donde estuvieron viviendo por más de un año dedicados a saquear dicho inmueble, del cual se llevaron todo el equipo de cómputo, muebles, etc.. El vandalismo y saqueo del edificio tuvo un costo superior a los quince millones de pesos.
Durante estos dos años, el pueblo de Chilpancingo observó cómo estos disque maestros ocupaban la plaza cívica como baño público, mercado ambulante, hotel de cero estrellas, estacionamiento privado, etc. En todo este tiempo no se pudo realizar celebración alguna, de las que tradicionalmente se llevan a cabo en nuestra capital, como las fiestas decembrinas y otras del calendario cívico.
Seguramente los gobiernos del Estado y municipales, no se atrevieron a desalojar la plaza cívica, la avenida Ruffo Figueroa y el edificio del ex INEBAN, por temer a un enfrentamiento con esos grupos disruptivos que pudiera provocar otros mártires y que de esa forma se radicalizara más el conflicto. Con mucha tolerancia, el pueblo de Chilpancingo y sus grupos sociales, se abstuvieron de desalojar esos sitios por su cuenta, esperando el actuar del gobierno.
A falta de buenos operadores políticos en su gabinete, el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores tuvo que tomar por su cuenta el asunto y convocó a los dos grupos de la CETEG para realizar un dialogo amplio y con resultados concretos. De esa forma y sin disparar un solo tiro, el mandatario estatal ha logrado que por fin, ambos grupos del magisterio disidente le devuelvan al pueblo de Chilpancingo su plaza cívica y la importante avenida Ruffo Figueroa. 
Es necesario que el sector oficial aprenda de estos golpes. Que ya no se permita de nueva cuenta la ocupación de dicho sitios para que la capital del Estado vuelva a ser eso: una ciudad emblemática, que representa la imagen del Estado de Guerrero. Ojalá que nuestra plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac sea desocupada por completo y que ninguno de los grupos disidentes se empecine a seguir lucrando con ese espacio. En adelante ninguna persona debe estacionar sus vehículos en el interior  de la plaza.

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