.- A la agraviada, después de que la amarraron con cinta canela, la interrogaron y la pasearon por Iguala, para después abandonarla en el crucero que conduce a Las Tunas, Tepecoacuilco.
Iguala, Gro., noviembre 8 del 2016 (IRZA).- Dos hombres identificados por sus características físicas como El Gordo y El Flaco, por enésima ocasión hicieron de las suyas y está vez privaron de la libertad a una mujer y se robaron la camioneta en la que viajaba.
Por el caso ocurrido el lunes, la mujer acudió por temor hasta esta mañana de martes a la Agencia del Ministerio Público a interponer la demanda.
Relató que después de que dejó a sus hijos en la escuela, a bordo de su camioneta Honda CVR color gris, modelo 2005, se dirigió a la colonia Heberto Castillo, cuando dos sujetos, uno gordo y el otro flaco, la alcanzaron en una motocicleta y le apuntaron con una pistola al tiempo que le ordenaron que se orillara y detuviera la marcha.
Cuando eso ocurrió, inmediatamente se le acercaron y con violencia la bajaron, la sujetaron de las manos con cinta canela, para después subirla a la parte trasera de la unidad, arrojándola entre los asientos traseros y delanteros.
La mujer contó al representante social que el hombre flaco se subió a la camioneta y arrancó la marcha, dándose cuenta que tiempo transcurrido pasaron por los terrenos de la feria y poco después se detuvieron en una zona tipo gallinero, donde escuchaba el cacarear de las aves.
Dijo que ahí, el gordo se subió a la camioneta, después de bajar de la motocicleta en la que había seguido a la unidad y posteriormente también lo hizo un tercer delincuente.
Contó que la interrogaron sobre a qué se dedicaba y acto seguido el gordo realizó una llamada desde su celular, donde dijo que ya le había preguntado y que “no se dedica a eso”, y preguntó que si la mataba…y colgó.
La mujer estaba aterrada al momento de declarar y recordar lo que había pasado, y siguió diciendo que los sujetos la bajaron de la camioneta en el crucero que conduce a la comunidad de Las Tunas, municipio de Tepecoacuilco y se dieron a la fuga con dirección a Chilpancingo, no sin antes advertirle que no se moviera de donde la habían dejado por lo menos en una hora.
Dijo que después de una hora salió de una brecha y pidió ayuda a un automovilista, el que se la brindó y pudo regresar a Iguala.
Por temor no acudió el mismo lunes a presentar la denuncia y por eso lo hizo hasta este martes.
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