MEMORÁNDUM

*** El problema se llama: deshumanizar

Gerardo Ruano Cástulo
Llega a la sala de espera del hospital. La mayoría están en el celular. Saluda y algunos le responden de manera tibia. Otros, de plano le ignoran. De pronto, se escucha por la bocina, que requieren la presencia del familiar de un paciente.

Como no se levanta nadie, vuelven a insistir por la bocina. Ninguno se levanta del lugar. Entonces, la enfermera de la sección de urgencias sale, y con voz fuerte hace el llamado. Al fin, por allá responde, alguien que acaba de colgar el celular.
Por el rostro de la enfermera, se nota que no son buenas noticias. Aquél, que había estado más atento al celular, pregunta: “¿Cómo está mi amigo?”.
La enfermera piensa como explicarle, y surge la idea, al ver el entorno. Entonces le dice: “Se ha hecho todo lo posible, pero el saldo de su amigo se ha agotado”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Es curioso, vivimos en la era de la comunicación, y es cuando peor estamos comunicados. Por increíble que parezca, el objetivo para el que fue creado el teléfono se echó al cesto de la basura. Solamente llamadas y todo el tiempo para fortalecer las relaciones humanas. Hoy, la tecnología con las redes sociales nos han devorado.
La mayor interferencia que existe en las relaciones humanas, hoy tiene nombre, se llama celular. Se ha convertido en una manera fácil de manipulación. Una forma sencilla de irnos deshumanizando. Las máquinas tienen un alto grado de control. Se suspende el internet y muchos creen que es el fin del mundo.
La crisis de hoy también tiene nombre, se llama: deshumanización. Por eso, en medio de ésta situación, me agrada citar nombres de personas, que tienen una gran calidad humana. Un caso, es el Director del Instituto Estatal Para la Educación de los Jóvenes y Adultos de Guerrero, por sus siglas IEEJAG, Jorge Salgado Parra, quien hoy se encuentra dando magníficos resultados, y llevando a esa Institución, a un mejor lugar; lejos del elefante blanco que fue en otros periodos gubernamentales.
Más allá del crecimiento político que tiene, ya que sabemos de la buena fama que posee en la capital del Estado, Jorge Salgado Parra es identificado por su don de gente. Por caminar en colonias y comunidades. Y hoy, desde el IEEJAG, por ir a los distintos municipios, aportando para ir combatiendo el rezago educativo.
Los hechos hablan, de un Jorge Salgado que está bien enfocado en su trabajo. Los números indican la eficacia que impera en la Institución. La certificación es un éxito. En suma, le entrega buenas cuentas al Gobernador Héctor Astudillo Flores.
Todo en función, de alguien al que se conoce por su vocación de servicio y calidad humana. Ahí está Jorge Salgado Parra.
POR CIERTO, otro funcionario que se identifica también por su calidad humana, es el Delegado Administrativo de la Secretaría de Protección Civil del Estado, Alfredo Rodríguez Córdoba.
Lo vimos días antes de su cumpleaños, cuando gente de diferentes colonias de la capital, donde ha hecho vida política, acudieron a su oficina, para hacerle patente el gran afecto que le tienen.
Pero esto no es casual, Alfredo Rodríguez ha trabajado siempre a ras de piso. Siempre cerca de la población. Es un político que le gusta escuchar y hablar con la gente.
Se le ve atento y servicial en la oficina de protección civil. Y algo que cae bien, es la humildad y sencillez que le distinguen. Una gran persona. Esa es la cuestión.

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