MEMORÁNDUM

***El ingrediente llamado servicio

Gerardo Ruano Cástulo
Llegó a aquél templo especial, donde decían se podía hablar con el maestro. Iba un tanto incrédulo, porque el maestro había muerto hace dos mil años y resucitado, para después irse, por su propio poder, de éste mundo.

Sin embargo, motivado por la curiosidad, fue que decidió hacer esa visita especial. Ya enfrente de una imagen del maestro, comenzó a decir: “Si en verdad me escuchas, quiero que me aclares algunas dudas”.
No hubo respuesta a su pregunta. Volvió a insistir: “Si me oyes, dime algo maestro”. Nada. Todo seguía en silencio en aquél templo. Así lo volvió a intentar, sin encontrar retroalimentación. Entonces, decidió salir del lugar. Ya iba cerca de la puerta, cuando escuchó una voz que le decía: “Amigo, tengo días sin comer, ¿Puedes ayudarme?”. Se trataba de un hombre que lucía cansado. Era palpable su necesidad de alimentarse.
Conmovido por la situación, le ayudó a ponerse de pie. Luego caminaron juntos, hasta una pequeña posada, donde vendían comida. Se sentaron a la mesa y comieron hasta saciarse. El hombre agradeció la invitación, para después preguntar: “¿Encontraste lo que buscabas?”.
La respuesta fue: “Si. El maestro está vivo. Y no tengo que estar todos los días buscando su voz en los templos, cuando su voz clama en las calles, con tanta hambre y sed de nuestra gente”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
El servir a los demás, es el ingrediente que completa el ciclo, en la construcción de mejores personas. No puede ser de otra manera. De nada sirve crecer, sino es para dar y compartir. Para tender la mano a otros. Para dejar a un lado la indiferencia y el conformismo.
Desde esa óptica, el servicio público es una magnífica oportunidad para aportar en bien de los demás. Creo que así lo entienden políticos de un buen nivel, como la diputada federal, Beatriz Vélez Nuñez, quien sin duda, se ha entregado por completo a servir a la gente.
Su paso por el sindicato de salud está dejando una huella muy difícil de superar. Los logros alcanzados para la base trabajadora son muchos y de un gran impacto social. No es casual, que sus aspiraciones en el terreno político se hayan fortalecido. No lo es, porque en virtud, de su entrega en el trabajo, se ha logrado mejorar la calidad de vida a distintas familias del estado.
Por eso ganó de manera contundente la diputación federal. Y desde San Lázaro, su aporte se ha dejado sentir en el estado. Ayer precisamente, caminaba por la Avenida Alemán, obra en la que metió el brazo, a efecto de que los recursos se concretizaran. 
Siempre, su oficina de gestión y el sindicato tienen casa llena. Mucha gente le busca. Y todo, porque Bety Vélez, es de esa clase de políticos distintos. De los que llevan el valor del servicio en la sangre. Se entrega por completo a la gente.
A QUIEN TAMBIÉN, se puede ver entregado, especialmente a la gente de su distrito que más carencias tiene, es al diputado local, Ignacio Basilio García. Se le ve en contacto constante con habitantes de Tlacotepec, Chichihualco y Zumpango, con la voluntad de aportar, y con ese espíritu de compromiso social que le distingue.
Nacho Basilio, como se le conoce, es un político que gusta trabajar de manera discreta, pero efectiva. Su prioridad no son las luminarias, sino servir a la gente. Es un político sano y que tiene bien clara su misión. Esa es la cuestión.

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