MEMORÁNDUM

*** Tiempos de esperanza.

Gerardo Ruano Cástulo
El alumno venía un tanto triste. Su maestro se había rehusado al debate. Sus enemigos le llamaron farsante y mentiroso.
Iba metido en sus pensamientos, cuando el maestro le dijo: “¿Por qué crees que no debatí?”. El joven respondió: “Lo desconozco. Pero lo que sí sé, es que tú habrías ganado el debate”.

El maestro agradeció el comentario de su alumno, para después dejar una pregunta al aire: “¿Vale la pena debatir, con quien no desea construir?”.
Y después apuntó: “el oro más valioso del mundo, se llama tiempo.”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
La negatividad nos invade por todas partes. Las condiciones actuales son alimento para esa mala vibra. Se necesita, en medio de toda la situación complicada, fortalecer la esperanza. A pesar, de que haya quienes piensen distinto.
En los momentos de crisis, lo que menos ayuda es la desesperación, la angustia y la ansiedad. Se requiere de buscar el lado positivo. De estar a favor de construir y no aportar para la destrucción. El daño ya es bastante grande.
Desde esa perspectiva, me parece acertada la mesura del Gobierno del Estado. Del Gobernador Héctor Astudillo Flores. Al resaltar, por medio de su mensaje con motivo de la próxima navidad y el año nuevo, en anuncios por la capital, que hoy es “Tiempo de Esperanza”.     
Bien se dice, que la enfermedad de hoy se llama desesperanza. Porque se sigue pensando, que las buenas noticias llegaran mientras esperamos cruzados de brazos. No. La esperanza va acompañada de la acción. Tenemos que hacer la parte que nos toca.
Por eso, en lo personal, me agradan las lonas que ha colocado el Gobierno del Estado. El asunto, no es exclusivo del Gobernador. Todos debemos ser parte de este tiempo de esperanza.
Y de hecho, existen ejemplos de personajes que trabajan en esa dirección. Uno de los más palpables, es el de la diputada local, Beatriz Alarcón Adame, cuyo trabajo inspira confianza y reafirma que debemos ver hacia la construcción de un futuro mejor.
Beatriz Alarcón es una mujer sensible y con una sencillez grandiosa. Su posición como diputada plurinominal, nos ha permitido descubrir que existen personas, que traen el don magnifico del servicio. No se la pasa en lugares de la élite. La mayor parte de su tiempo, fuera de sus actividades inherentes a su encargo de legisladora, se le ve cerca de la gente. Y su mano, ya se observa en distintas obras gestionadas y en las que está metiendo recurso.
También aporta en pro de la Esperanza, gente como el director de Administración del Poder Legislativo, Joel Eugenio Flores, quien lo hace atendiendo con calidez y poniendo un sello honesto en el manejo de los recursos que pasan por la oficina que tiene a cargo.
Siendo un administrador confiable, Joel Eugenio aporta en estos tiempos de esperanza.    
Quien también trabaja en esa misma ruta, es el director de administración de Protección Civil Estatal, Alfredo Rodríguez Córdoba, ya que en medio del desastre financiero que le heredaron, aporta eficacia y transparencia. Y de hecho, fue nominado ahí, hasta donde tengo entendido, para sanear y dar buen destino a cada peso que llega. Así lo está haciendo.
En esa línea, de respaldo al tiempo de esperanza, trabaja el Secretario de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas, por sus siglas SAICA, Gilberto Solano Arreaga, quien labora a ras de piso. En contacto permanente con la gente y haciendo posible que más programas y acciones lleguen a los municipios, que en otros tiempos estuvieron olvidados.    
Hoy fluyen los apoyos, los proyectos productivos, las obras, las becas, los registros de nacimiento, entre otras acciones; donde se ve la mano de Gilberto Solano. Esa es la cuestión.

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