MEMORÁNDUM

*** Obras son amores

Gerardo Ruano Cástulo

“¿A dónde van tan contentas?”, dijo la reina Soberbia, a frustración y depresión. “A comernos los sueños de los humanos”, respondieron y siguieron su camino, dejando un rastro gris, que gradualmente se transformaba en oscuro.

Pasado un rato, la reina vio que venían de regreso. No se les veía bien. Entonces, les preguntó: “¿Por qué han vuelto tan pronto?”. “Porque nos hemos encontrado con una gran muralla que nos impidió pasar”, contestaron.

Soberbia, intrigada por lo ocurrido, cuestionó: “¿Cuál es el nombre de esa muralla”. –“Esperanza”, dijeron frustración y depresión. Ante eso la reina soltó una carcajada: “jajajajajaja”, para agregar después: “Pero si a esa muralla, ustedes la han atravesado siempre.”

“Si otras veces mi reina, pero ahora, no estaba sola. Estaban ahí Fe y Amor.”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)

Efectivamente, la esperanza es más fuerte, cuando creemos que es posible mejorar. Y cuando estamos haciendo algo al respecto. Porque es fácil hablar de la pobreza, pero no lo es tanto, cuando tengo que desprenderme de algo para dar a otros. Es fácil hablar de la ignorancia, pero no lo es, cuando buscamos para ver que estamos haciendo para cambiar esa situación. Siempre es fácil hablar, lo complicado es dar. El punto es, que sin amor, la esperanza flaquea.

Entrando en materia. Me queda claro, porque conocemos su trayectoria y hoja de servicio, que el Gobernador Héctor Astudillo Flores, es un político de una gran madurez. Que entiende perfectamente, que su trabajo representa esperanza para muchos.

Y debe ser así. Porque encabeza un gobierno cercano a la gente. Apenas, el fin de semana estuvo en la Costa Chica. En Copala, con motivo de la competencia atlética de Playa Ventura. En San Luis Acatlán para entregar proyectos productivos y otros apoyos. En tanto, en Cruz Grande para inaugurar el nuevo Mercado.

Tener un Gobernante, que en medio de la situación complicada por la violencia e inseguridad, permanezca cerca de la gente, representa una buena señal. Significa, que al mandatario estatal le interesa la integridad de los guerrerenses. Y que por lo mismo, está enfocado en invertir. En dar más herramientas para elevar la calidad de vida de las familias.

Algunos, tal vez minimizan, que durante su primer año de gobierno haya visitado los 81 municipios. Pero en el fondo, esa acción, representa que el Gobernador Héctor Astudillo asume plenamente su responsabilidad. Y que sabe, que representa la esperanza de miles de Guerrerenses. Su trabajo diario apunta en esa dirección. Obras son amores.

LA ACTITUD del Gobernador, como lo hemos dicho, se contagia hacia sus colaboradores. Caso específico, es el de su secretario particular, César Armenta Adame, cuyo sello principal, es dar un gran trato a la gente.

Lo hemos visto. Creo que César Armenta sabe que el Mandatario Estatal es signo de esperanza para muchos, y que deben trabajar en la misma ruta. Siempre con ese trato amable y sencillo. Nada de soberbia y poses demagógicas.

Es evidente, que está haciendo bien su trabajo. Le está ayudando al Gobernador. Y en consecuencia, hoy más gente habla de él y lo ven en el autobús del 2018. Esa es la cuestión.