MEMORIA COSTEÑA

Coahuayutla en la Historia 

Hoy ha sido un día pleno de sol y alegría, lleno de algarabía y pasión por la historia regional y local… la ansiada entrevista se hizo realidad, pues se había deseado entablar una plática con un hombre que llega a las nueve décadas de vida. 

En primera instancia fue un tanto prudente su proceder, tal vez por los tiempos que se viven, pero una vez que tomo el hilo de su crónica, se mostró como una persona sabia, honesta, humilde y eminentemente humanista, que nos regaló toda una clase de historia regional, recargando su énfasis en la cabecera de Coahuayutla y en su lugar de origen como lo seguirá siendo: El Barrio de Galeana…. Y en su elocuencia dejamos este apasionante episodio guerrerense.
“Yo me llamo Antonio Aburto Martínez, nacido en Galeana, municipio de Coahuayutla Guerrero, el 4 de agosto de 1925. Mis padres fueron David Aburto Álvarez y Soledad Martínez López. Dentro de mis investigaciones, lecturas y recuerdos, puedo asentar que Coahuayutla se funda el  20 de enero de 1531, con este nombre, aclarando que antes se llamaba Cayucan, que significa “culebra hecha pedazos” – afirmaba don Antonio con una hermosísima y sorprendente lucidez emocional y mental.


En tiempos pre-cuauhtémicos los Purépechas y Mexicas fueron tendiendo caminos de paso y las pruebas de su presencia son exhibidas en el museo de nuestra localidad.
En las épocas independentistas, José Ma. Morelos llegó a pie, y aquí se le une Rafael Valdovinos, Comandante de la plaza de Coahuayutla. En Colmeneros se le unen dos mujeres que eran tía y sobrina, como lo fueron Octaviana y Desideria “Derita” Valdovinos, siendo la primera, esposa de José María Arteaga, mártir de Uruapan. Ellas estuvieron presas por la causa de la independencia en Valladolid, hoy Morelia, por órdenes de Portier. 
De forma continuada, el General Vicente Guerrero establece su comandancia del Sur en este lugar. Coahuayutla dio las campanas de su iglesia para que Guerrero fundiera cañones ante los embates de su enemigo Gabriel Armijo. Una vez que disputa en esta gesta, sale apurado hacia una hacienda local llamada “Las Balsas”, después se parapetó en el cerro de Primer Campo, luego pasó a La Vinata, cerca de Santa Rita, y de ahí se trasladó a otra serranía reconocida como “El Capadero”, a la vez que bajaron a Los Esteros, volviendo al ataque y a su encuentro bélico, y ya en Cuadrilla del Gallo llegó en desatrosas condiciones, por lo que recibió ayuda y protección de don Benigno Prieto y don Isidoro Cortés, que se mantuvieron en una actitud de valentía y heroísmo. 
Así fue colocando sus enseres bélicos encima de varios cerros históricos, como el del cerro de La Trinchera, adonde ubicó el cañón que se encuentra enfrente del actual ayuntamiento; ese cañón estaba en el mero picacho y, cuando vino el General Raúl Caballero Aburto, junto a sus soldados, hicieron los honores respectivos y lo bajaron para exponerlo en nuestra cabecera municipal. 
De Coahuayutla se puede decir que ha sido paso geográfico muy importante para diversos puntos de Guerrero y Michoacán, como Zirándaro y Ario de Rosales. 
Ya para 1910 hubo cuatro hermanos apellidados López: Héctor, Leonel, Alfredo y Homero, que se fueron al Paso de Galeana y ahí se les unen Sinesio Aburto Basurto, que fue mi abuelo y la fuente de mis crónicas, también Toribio Cabrera, Crisanto Cruz y Reyes Sánchez. 
De ahí, Coahuayutla vivía de la agricultura y la ganadería, al tiempo de que Ario de Rosales era el centro de abasto de esta región, pues ahí se estilaba el trueque, pues no había dinero, por lo que de aquí se llevaban enseres de campo y de allá se traían ollas, cántaros, ropa, que cambiaban por animales ante la falta de dinero, así llegaban cobijas, huaraches, faldas, blusas y más utensilios para trabajar y vivir. 
Ahora bien, aunque aquí se festeja el 31 de enero, realmente su fundación oficial es el 20, por lo que en esta ocasión se festejó el 482 aniversario de este suceso.
Aquí, los que aparecieron por primera vez en la época moderna, fueron las familias Heredia, Flores y López. Y José María Izazaga nació en El Rosario, que era la hacienda más grande de la sierra guerrerense, aunque seguían habiendo otras haciendas como la de El Reloj de los Pacheco, de Santa Rita Galeana, San Isidro y todo el municipio eran puras haciendas, grandes y chicas, hasta que llega el reconocimiento de las tierras comunales y, luego con el General Cárdenas, la repartición parcelaria del ejido mexicano. 
Entonces las calles de Coahuayutla eran empedradas pero muy bonitas, y las casas se construían de adobe y tejas, siempre frescas. No había carreteras ni nada y se venía uno a pie o a caballo desde las rancherías para acá. Había algunos changarritos y la tienda más grande era la de don Gilberto Flores.
Los primeros maestros en Galeana fueron llegando en 1934 y se distinguieron mucho, pues al mismo tiempo mandaron profesores a El Limón, El Rosario, Colmeneros, Santa Rita y San Isidro, pero la Ley Agraria no dejó casi trabajar, pero así fueron trabajando: Vicente Buburrón, quien fue quien me dio clases a mí, luego llegaron Eduardo Damián Franco, papá de Eduardo Damián Huato, también fue mi maestro Martín Matadama Olmedo de Puerto Marqués y posteriormente Bonifacio Moreno Alejo, de la Costa Chica.
Y aunque la revolución interrumpía el proceso escolar ahí nos mantuvimos… mientras en Coahuayutla hubo maestros del estado. 
Una vez que mi abuelo me mandó a estudiar la primaria a una escuela militar en Huetamo Michoacán, regresé, y los primos, las muchachas grandes y los niños pidieron que les enseñara a leer y a escribir, lo que hice con mucho gusto, pues era el tiempo en que todos aprendimos las primeras letras.
Y en un tiempecito más adelante, que llega el General Lázaro Cárdenas del Río el 4 de mayo de 1966, a la casa de don Alberto Flores Magaña y de aquí salió a las 5 de la mañana a un lugar que se llama La Angostura, para hacer una estimación al querer hacer una presa ahí…de allí se fue y llegó a Galeana a las 10 de la mañana, adonde a mí me tocó recibirlo, pues ya trabajaba como maestro contratado por el municipio, por lo que se le dio un gran recibimiento, y en respuesta bondadosa, a Galeana le dio la luz, el agua potable y el alineamiento urbano, de donde todo cambió, tanto en Coahuayutla como en la mayor parte de sus poblaciones de influencia, por eso es recordado con eterna gratitud. Lo acompañaban su hijo Cuauhtémoc, el presidente municipal de Uruapan, el de Apatzingán, el de La Nueva y, de aquí salió con el presidente municipal que se llamaba Elías Alvarado Román, guiados por don Alberto, quien fue el que lo llevó a Galeana…   Por esta visita cardenista fue que la luz llega a Coahuayutla en el 68 y también trajo la educación, junto a los gobernadores de Guerrero y Michoacán, representados por Baltazar Leyva Mancilla y el señor Pardo, respectivamente. .
Ahí fue donde él me empleó por parte de La Comisión del Río Balsas, estuve en Galeana, después en el Maguey, en Olivares y de ahí me mandaron a El Capadero, todo a nombre de la Comisión, de donde dieron una escuela y una cancha en cada lugar, por las gestiones que hicimos en ese tiempo. 
Y esta ha sido la historia reciente de nuestra tierra, sin duda es hermosa, aunque estemos alejados de los centros de ciudades más grandes, es por esto que nos sentimos muy orgullosos de ser coahuayutlenses.
La mirada de don Antonio tenía un brillo hermoso y placentero, pues ahora descargaba todo el bagaje histórico que contiene su lúcida mente, que ha atesorado en sus 88 años de vida; al levantar la cabeza, todas las familias que esperaban la camioneta para irse a Galeana, después del cobro de la pensión “70 y Más”, estaban más que emocionados y orgullosos de su cronista local.
A nosotros también se nos aceleraba la respiración y la emoción al recibir una hermosa clase de historia, ante la sonrisa de todos los presentes coahuayutlenses. (Desde el hermoso “lugar de mujeres”. Raúl Román Román. El Indio de Iguala).

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