TRAZOS…TIME

*Las batallas internas del PRD

Federico Nogueda
En la semana que nos acaba de acontecer fue testigo de lo que pude llamarse los reacomodos para el 2018, entre algunos grupos perredistas entre ellos el del dirigente estatal del PRD, Celestino Cesario Guzmán, quien enseñó el musculo al diputado local Sebastián de la Rosa, con puro ácido sulfúrico a deshacer.  

Nadie se metió en la disputa de dos días de batalla en los medios mediante intercambios de epístolas de actos según deshonestos por ambos contendientes, pudo observarse en estos episodios cierta impotencia por parte de don Celestino Cesario, como que ya tenía desde hace un buen rato algo atorado en contra de Sebastián de la Rosa, hasta que lo sacó.
Si algo se le ha caracterizado al dirigente estatal del PRD, es esa falta de gracia o astucia para cuando menos sobrellevar a las hegemonías perredistas sobre sus propios planes de su partido, el detalle es que cada quien en estos momentos acuerda por separado, casi nadie toma en cuenta a su actual dirigente, por supuesto que debe de haber un motivo.
Todas las corrientes buscan el apoyo con los tres niveles de gobierno por separado, ya sea con el gobernador Astudillo o la federación a través de sus delegaciones o en la propia Ciudad de México, eso ya no es un secreto, se ha vuelto tan normal como cotidiano. 
Si la molestia del actual dirigente estatal perredista es porque no lo toman en cuenta en sus gestiones, deberá realizar una gran reflexión del por qué, para de ahí partir y entonces ahora si reclamar, si es honesto deberá entender que algunos grupos han rechazado estar cayendo en el enfrentamiento directo con sus opositores como él ha seguido ese juego.
Deberá tener la capacidad si su proyecto es el enfrentamiento y piense que así es más honesto o digno, de convencerlos que ese es el camino para según él triunfar, pero sino puede lamentablemente estar en un gran problema su permanencia en la dirigencia estatal, porque prácticamente no se estará identificando con los grupos más poderos de su partido. 
El caso de Evodio Velázquez Aguirre, el de la actual secretaria General del CEN del PRD, Beatriz Mojica, el del senador Armando Ríos Piter, son ejemplos de estrategias que no han tenido el efecto en toda la militancia, han sido eficaces en algunos momentos sus estrategias al causar ciertas polémicas pero al final terminan sin tener un resultado de avance hacia sus propios proyectos.
El actual alcalde de Acapulco parece que ya cambio de opinión de momento al estar más sereno y optó repito de momento llevársela más calladito, y parece que le está yendo mejor, pero como el alcalde de Acapulco es muy impredecible en sus estados políticos, no se duda que más adelante la ‘cabra tire al monte’, eso quizás dependa de lo fuerte que se vaya sintiendo. 
Los perredistas que optan por evitar el menor enfrentamiento han señalado que no se trata de estar de rodillas con nadie, sino de ser inteligentes, ya que el estado consideran pasa por una gran crisis de inseguridad, donde para ellos todos de una u otra forma pueden ser parte de un cambio positivo o hundirse más. 
Finalmente el control que está tratando de tener el dirigente del PRD en el estado, no es otra cosa por la carrera por los puestos de elección popular hacia el 2018, donde las senadurías son el plato fuerte tanto para doña Beatriz Mojica, Evodio Velázquez y el propio Sebastián de la Rosa, que al parecer lo quieren dejar fuera, pero se observa que él juega sus propias cartas también como los demás. 

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