TRAZOS…TIME

El salto Cuántico de la ciudadanía

Federico Nogueda 

La crisis de estado que está experimentando la ciudadanía en el país por el fenómeno del alza de la gasolina con las acciones de tomas de gasolineras, bloqueo de avenidas, saqueos de tiendas trasnacionales y locales, suena así como ‘la revancha de los olvidados’ por el sistema. 

Pareciera que la ciudadanía ya entendió el juego del propio sistema, y no es porque haya experimentado ese despertar ciudadano, sino que dio una suerte de salto inesperado o ignorado por el gobernante, el de la posibilidad de arrebatarle el poder al de enfrente a la hora que quiera.

Se puede considerar que este dirigido todo lo que esté pasando o realizando, pero qué revolución, o movimiento social no ha estado atrás el gran capital o grupos de poder, pero eso no es lo interesante, lo que importa es el desenlace final de cada uno de los movimientos que se estén realizando hacia la proyección del futuro. 

La pregunta es ¿qué es lo que planea y quienes se van a dejar y quienes no? De esa manera el Salto Ciudadano va agarrar sentido, se observa la inclusión de un nuevo orden político quizás con los mismos pero bajo unas nuevas reglas.

Pero el motivo desde hace 17 años es claro el desacuerdo, pleito y guerras entre los dos grupos de poder reales que se siguen disputando la presidencia de la república, el grupo del ex presidente Luis Echeverría Álvarez y del otro ex presidente que aparentemente está vigente el de Carlos Salinas de Gortari, con el de momento el grupo Atlacomulco. 

El proyecto del grupo Atlacomulco es tras sexenal y parece que ahí está la clave de los desacuerdos, pero tendrá que decidir en cualquier momento con quien se va air, si con el de Echeverría o el de Salinas, pero parece que con el de Salinas suena más difícil. 

El presidente Enrique Peña Nieto parece que está en una gran disyuntiva o retrocede con el alza o liberación de la gasolina que parece difícil o las revueltas ciudadanas de no controlarles serán mayores y será gran caldo de cultivo de sus rivales internos o externos.

O de plano aplica el plan B que de acuerdo a los teóricos de la teoría del Estado, no es otra cosa en palabras simples: ‘o me salvo yo o te salvas tú’, de no aplicar ninguna estrategia si corre el riesgo de decirnos adiós, ya que de acuerdo al seguimiento que se le ha estado dando a las manifestaciones en el país, estas van en aumento todos los días.

La coordinadora de la educación ya declaró que en próximos días se integrará en todo el país a las protestas del alza de la gasolina, la coordinadora le puede parar las clases en varios estados que controla y eso sería otro golpe a favor del movimiento de protesta.

En el caso del saqueo de las tiendas departamentales hay varias versiones que señalan que es una contra estrategia del propio gobierno, otros que obedece a los intereses de López Obrador y Morena, incluso se han señalado a algunos propios priistas inconformes con el presidente Peña Nieto.

Independientemente de donde venga esas acciones o el objetivo que se siga, a los ciudadanos ya les gustó probar o agarrar objetos de manera gratis, si la estrategia es desprestigiar el movimiento parece que no se está consiguiendo, por lo contrario se está haciendo más popular como arraigado al señalar algunos ciudadanos que eso no es un robo, sino es un rembolso que se hace al ciudadano. 

El fenómeno de la corrupción en los tres niveles de gobierno, aunado al desprestigio de los representantes populares también está jugando un papel de desventaja en las justificaciones del gobierno federal, los mensajes presidenciales solo son visto con mucho recelo, o como un diálogo de sordos. 

El presidente de la república sólo podrá salvar su circunstancia si aplica el plan B, o da a conocer el decreto por el cual eche abajo la liberación o alza de la gasolina, pero si insiste en solo dejar correr todo lo que está pasando con el fin de que se desahoguen, podrían venir tiempos sociales realmente complicados e incontrolables por la lucha del poder entre las propias elites. 

El salto cuántico es aquel que se da sin haber aprendido el proceso que lo llevó hasta donde se ha saltado, simplemente llegó atinadamente dando la respuesta, aunque aparentemente no lo sepa, pero la dio atinadamente.