MEMORÁNDUM

*** El valor que pesa

Gerardo Ruano Cástulo
Es natural, que a más del 70 por ciento de las personas, se les contrate por sus aptitudes. Y que al 90 por ciento se les despida por problemas de actitud. Al final del día, existen virtudes que tienen mayor valor.

Hoy, uno de los tesoros más escasos, se llama responsabilidad. Recuerdo aquella analogía, de quienes venían de camino al pueblo y aun viendo la tubería rota que surtía de agua a la población, con el notable desperdicio del vital líquido, se hacían los desentendidos. Pero, cuando faltó el agua, eran los primeros en exigir a la autoridad solucionar el problema de la escasez.
Creo, que los grandes y graves problemas que nos acosan, tienen su raíz en la irresponsabilidad. En la indiferencia y mediocridad. Perder un empleo es lo de menos. Hoy lo que se está perdiendo, son vidas humanas. Estamos enriqueciendo a la cultura de la muerte.
¿Por qué despediría usted a alguien? ¿Por no sacar diez en la escuela o por irresponsable?
ENTRANDO AL INVENTARIO, nos encontramos, precisamente, con un personaje, cuya prioridad es ejercer el valor de la responsabilidad. Me refiero al Líder Estatal del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava, quien se encuentra en el último año de su gestión; llegando con un balance bastante aceptable.
Cuando hablamos de responsabilidad, entendemos que cada quien tiene que hacer la parte que le toca. Y es a eso, a lo que se ha dedicado Adolfo Calderón: A cumplir a cabalidad con sus tareas de líder sindical. Siempre con el objetivo de construir, en bien de los trabajadores y el estado.
El trabajo responsable del líder del SUSPEG, se puede apreciar en diferentes vías. En su relación con la autoridad, donde privilegia el dialogo y los acuerdos. En la comunicación interna con sus secretarios seccionales, en donde el tema central, son las ideas para construir, no para generar inestabilidad o dar cauce a poses protagónicas.
En el respeto total a la voluntad de los trabajadores, en sus procesos de selección de dirigentes. En sus giras constantes, por las siete regiones del Estado. En las audiencias, donde destaca su buen trato. En la organización que tiene con su pleno del Comité Central Ejecutivo.
Los de hoy, no son tiempos de mesianismo. Son de líderes responsables, que tengan sensibilidad ante los grandes problemas y desafíos que existen en la entidad. Y que en consecuencia, no requieren de barbarismo político, que solamente genera mayor atraso.
Que la gestión del Adolfo Calderón, cuente con el aval de la inmensa mayoría de sus secretarios seccionales, solamente se entiende, en razón de una sola situación: ha trabajado de manera responsable.
EN TANTO, la presencia del Gobernador Héctor Astudillo Flores, en el cambio de dirigencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Delegación Guerrero; refrenda el compromiso que ha establecido, de dar la obra pública de su gobierno a los constructores del Estado.
El hecho habla por sí solo, del respaldo que hoy tiene la industria de la construcción del estado, de parte del gobierno Astudillista.
Y POR CIERTO, en una de las áreas del gobierno estatal, donde ésta política se aplicó de inmediato, con frutos positivos, es en el IGIFE, hoy en manos del eficiente y talentoso, Jorge Alcocer Navarrete.   
Los cientos de contratos signados con constructores del estado, para hacer obras de infraestructura educativa dan fe de ello. Y los resultados están a la vista. Obras en las siete regiones del estado.
Sin duda, uno de los mejores servidores públicos del gobierno Astudillista, despacha en el IGIFE. Esa es la cuestión.

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