martes, 2 de mayo de 2017

MEMORÁNDUM

*** ¿Qué se puede decir?
Gerardo Ruano Cástulo
¿Qué se puede decir, cuando se gestionan cirugías para niños? ¿Cuándo llega un crucero a Acapulco? ¿Cuándo el Consejo de Cirugía Gastroenterológica, elige Acapulco para celebrar su convención? ¿Cuándo el Gobernador, Héctor Astudillo Flores, y su distinguida esposa, Señora, Mercedes Calvo de Astudillo, van a San Marcos a estregar apoyos? ¿Cuándo la ocupación hotelera fluye a buen nivel? ¿Cuándo se entregan escrituras para dar certeza jurídica a las familias? ¿Cuándo hay obra social en todas las regiones del estado?

Lo único que se puede decir, es que en Guerrero se está trabajando. El regreso a la vida institucional no es fruto de la casualidad. Como tampoco, el programa de apoyo para el fertilizante gratuito, los apoyos a los emprendedores, las obras de infraestructura educativa, el dinamismo de la asistencia social, entre otras. Ahí se ve la mano del Gobernador, Héctor Astudillo Flores.
El trabajo que se palpa en la entidad, es una señal clara; demasiado clara, de que hay gobierno. De que hay liderazgo.
UNA MUESTRA, del trabajo que hoy se desarrolla, se puede ver también, en el Instituto Estatal para la Educación de los Jóvenes y Adultos de Guerrero, por sus siglas IEEJAG, que hoy está en manos de Jorge Salgado Parra.
El IEEJAG, durante largos años fue etiquetado como un elefante blanco. Inclusive como un cargo de consolación a candidatos perdedores por la rectoría de la UAGro. Hoy, con Jorge Salgado se palpa el dinamismo. Se ven los resultados. Hay avances en el proceso de alfabetización a personas mayores de 15 años.
Esto confirma la teoría, de que el problema no son las ideas, sino las personas. No se trata del espacio o el cargo, sino de quien esté al frente. Y en éste caso, el trabajo de Jorge Salgado, desnuda la falta de compromiso de sus antecesores.
Pero el punto no es cuestionar, lo que ya ha sido sumamente cuestionado, sino ponderar lo que hoy se está haciendo. De cómo ha sabido contagiar a los trabajadores del IEEJAG, para sumarles en una misma dirección. En contagiarles, la voluntad por hacer las cosas bien. De desterrar vicios como la simulación, dilación y corrupción.
No es casual, que Jorge Salgado Parra mantenga una buena imagen entre la gente. No lo es, porque siempre le han distinguido dos cosas: Trabajar con eficiencia, entregando buenos resultados, y mantenerse trabajando a ras de piso, cerca de la gente, con la sencillez de siempre. Esa es la clave.
EN TANTO, la dirigente de la sección 36 del Sindicato de los Trabajadores de Salud, la diputada federal, Beatriz Vélez Nuñez, celebró el día del trabajo, con una concentración en las instalaciones de la sección. La nota, fue su discurso, en el que habría hablado de las penurias que ha tenido que pasar, por ostentar diferentes responsabilidades. Recordar que es dirigente de la sección, diputada federal y dirigente estatal de la FSTSE. Diría que fue demandada y daría la lista de sus demandantes, por lo que acudió a la PGR a declarar, a pesar de que el fuero la excluía de hacerlo.
Se martirizó un poco ante sus representados. No sé si eso venía al caso. Tampoco sé, si la acumulación de poder sea lo correcto. Pero lo que sí sé, es que cuando alguien no la pasa bien, no disfruta lo que hace, algo no está funcionando.
Al final del día, el asunto no es pasar por encima de quienes no están de acuerdo, sino en mantenerse ecuánime y con los pies sobre el piso. Ese es el gran tema.
Y POR CIERTO, quien muestra gran tamaño como política, y mayormente como persona, es la diputada local, Ma. del Pilar Vadillo Ruiz. Con gran trabajo territorial y una integridad reconocida en Acapulco.

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