*** SUSPEG y los consensos
Gerardo Ruano Cástulo
Si hay algo, que ha encontrado el SUSPEG, durante la gestión Astudillista, es puertas abiertas y atención. El discurso se ha transformado en acción concreta. La fotografía reciente lo dice todo. Ahí, en la mesa de negociación del pliego petitorio de la burocracia, el líder estatal, Adolfo Calderón Nava, con el Secretario de Finanzas, Héctor Apreza Patrón; así como el subsecretario de Finanzas, Tulio Pérez Calvo, y el jefe de personal, Jaime Ramírez Solís.
La constante ha sido el buen trato. Lo que se ha planteado, hasta donde tenemos entendido, dadas las condiciones financieras del gobierno, es corresponsabilidad. Sensibilidad de ambas partes, para apostar por la estabilidad y armonía.
No hay vuelta de hoja. La mejor forma de avanzar, es por la ruta de los consensos. Los acuerdos. El trato franco. Ese es el sello que distingue hoy la relación entre SUSPEG y Gobierno. Hay respeto y entendimiento. Hay mucha voluntad política para ir hacia adelante, en medio de la situación financiera complicada del Estado.
Esa misma actitud. De trato franco y de respeto, es lo que ha hecho a Adolfo Calderón, líder del SUSPEG, mantener un liderazgo fuerte. Un gran consenso entre sus secretarios seccionales. Que en su mayoría, saben que los tiempos, son de corresponsabilidad. No de pleitos, movilizaciones y bloqueos.
Además, ¿Se puede patear una puerta que está abierta? Solamente un necio. Porque hoy hablamos de actores políticos, que buscan lo mejor para la base trabajadora y el Estado.
Al interior del SUSPEG, la comunicación fluye. Su líder, Adolfo Calderón, visita de manera permanente las secciones. Mantiene un contacto estrecho con las dirigencias. Siempre se le ve trabajando con responsabilidad, en apego a lo que prometió en campaña.
Dentro de su equipo, hay integrantes del Comité Central Ejecutivo, que trabajan al mismo nivel. Uno de esos casos, es el Secretario de Previsión Social, David Martínez Mastache, de quien se dice, es el más fuerte aspirante para suceder en el cargo a Adolfo Calderón.
Efectivamente, si hay que poner nombres, de la sucesión que se viene. Los vientos parecen favorecer, en gran manera, al oriundo de Iguala. Es así, porque David Martínez Mastache ha hecho bien la parte que le toca. La construcción de consensos, la ha cimentado en la base del trabajo diario. Comenzando, por ayudar bien a su amigo, el líder estatal, Adolfo Calderón.
Quienes le cuestionan, tal vez esperan que una mano iluminada les ponga palomita. Se olvidan que el éxito se trabaja. Otros, lo hacen por no quedar fuera de la “negociación”. Y los menos, por llevar simplemente la contraria, olvidando que los consensos se construyen con dialogo, y no con gritos.
Ahí está. Se llama David Martínez Mastache. Un político que ha sabido crecer, en medio de la experiencia más dura que puede tener un padre: la pérdida de un hijo. Hoy debe ser, uno de sus principales motores, para hacer mejor las cosas en la vida.
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