MEMORÁNDUM

***Los cambios se trabajan.
Gerardo Ruano Cástulo
La buena actitud es parte de los seres humanos comprometidos con su crecimiento. Porque ésta, exige un compromiso a diario. Es un estilo de vida, que se va puliendo con el tiempo. Crece con los buenos hábitos.

La buena actitud es el ingrediente que marca la diferencia. Las estadísticas indican que más del 80% de las personas son contratadas por su aptitud, pero alrededor del 90% de los despidos son producto de una mala y hasta pésima actitud.
Todos queremos amigos de una magnifica actitud. El punto es, que antes de ello, quien debe gozar de esa actitud, somos nosotros mismos. Ahí es, donde inician las historias extraordinarias.
Cambiar, que significa mejorar, no estriba en las cosas externas. Consiste en nosotros mismos. La buena actitud lleva a las personas a convertirse en agentes de cambio. Porque la buena actitud se contagia. Genera, eso que llaman buenas vibras.
Esto es, lo que sustenta los cambios positivos que registra el Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa, por sus siglas IGIFE, que hoy genera resultados que superan, y por mucho, a gestiones anteriores.
La actitud de su titular, Jorge Alcocer Navarrete, ha llevado a la Institución a responder al llamado del Gobernador, Héctor Astudillo Flores, en el sentido, de enfocar la inversión, teniendo como base fundamental las necesidades. Nada de compromisos políticos. Todo de frente a la gente.
Por eso Jorge Alcocer ha ido al encuentro de los maestros y padres de familia. Ha estado en el lugar donde se necesita de la mano del gobierno. Y vaya que la demanda es grande. El rezago en materia de infraestructura educativa es ancestral.
La actitud del director del IGIFE ha llevado a recuperar enormemente la credibilidad en la autoridad en ese rubro. Nada de muleteos y engaños. Por eso, existe una magnífica relación y coordinación con los diputados integrantes de la comisión especial del Congreso Local, que da seguimiento al Programa “Escuelas al Cien”.
Un programa, sumamente bondadoso. Hablamos de más de mil millones en inversión para Guerrero. Pero también, por lo que implica, con un mecanismo que apuesta por la transparencia. Ningún peso se maneja en la entidad. Concretamente en el IGIFE. La institución envía los proyectos; se evalúan en la federación. De ahí, se autorizan y un fideicomiso paga a los contratistas.
La transparencia implica un mayor cuidado. Más tiempo. Esos son los lineamientos. Pese a esto, Guerrero aparece en la esfera nacional bien evaluado. No es casual, que en breve lleguen obras por más de 200 millones; y que están en camino de ser autorizadas más, por encima de los 500 millones.
Ayer mismo, la comisión especial de diputados y el titular del IGIFE, daban a conocer esta información. Mostrando con ello, que, en la entidad, la apuesta es a favor de la transparencia, y que, al mismo tiempo, se trabaja para concretar toda la suficiencia presupuestaria del Programa Escuelas al Cien.
Hoy, en el IGIFE es otra la actitud. Se trabaja en la ruta que ha trazado el Gobernador. La buena actitud de Jorge Alcocer Navarrete, puede ser medida, en función del buen saldo que va generando la Institución.

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