MEMORÁNDUM

*Salud; materia obligada en las escuelas
Gerardo Ruano Cástulo
Cuando escuchamos el adagio, “el pez por la boca muere”, imaginamos que alguien ha hablado de más. Que con sus propias palabras se ha puesto la soga al cuello. Pero existe otra interpretación. Ésta, tiene que ver con el paladar. En el futuro negativo y oscuro que gestamos con base a lo que comemos.

En nuestro país, en las últimas dos décadas ha cobrado vital importancia el tema de la salud pública, con relación a las enfermedades que se gestan, a partir de los malos hábitos alimenticios. Campañas contra la obesidad son la constante. El sobrepeso es factor de riesgo para propiciar enfermedades como la diabetes, hipertensión y los accidentes cardiovasculares.
Al respecto, tuve la oportunidad de compartir con el Director de los Servicios de Salud de la Secretaría del Ramo en el Estado, Dr. Tomás Patiño Castro, quien nos compartía el proyecto de impulsar la materia de salud en las escuelas. Una asignatura, por la situación actual, que se convierte en una urgente necesidad.
Creo que el Dr. Patiño tiene una visión clara de lo que se requiere en éste momento. Las instituciones deben olvidar aquél slogan de que la mejor medicina es la prevención. Porque en realidad, la mejor medicina es la educación. Eso lo sabe el Director de los Servicios de Salud.
Leí hace tiempo, una frase sencilla. Tal vez para algunos, intrascendente. Para mí, de nivel impactante: “Todo pasa por el sistema digestivo.”. Recordé que fortalecer la salud, pasa necesariamente por la boca. Por lo que comemos. La alimentación que tenemos va a fortalecer o debilitar a nuestro cuerpo. No hay secreto, la fisiología indica que nuestro cuerpo está diseñado para generar salud. No para enfermar. Toca a cada persona ayudarle a cumplir con esa tarea.
Para eso se requiere de educación. De meternos en el tema de saber escuchar a nuestro cuerpo. De darle todo aquello que lo fortalece. De quitar lo que nos debilita y nos pone a merced de los bichos que generan las enfermedades.
Vaya que el crecimiento de enfermedades como la diabetes y los accidentes cardiovasculares, es sumamente alarmante. Y lo más grave del caso, es que hemos hecho muy poco para modificar nuestros hábitos alimenticios. Le apostamos a los medicamentos, que tarde o temprano nos cobran una factura demasiada cara. La merma de calidad de vida es irremediable.
Los medicamentos no son la solución. Tampoco lo es la prevención y esa cultura del miedo. Se necesita de educación. Con acierto se dice, que no son los virus, bacterias, hongos o cualquier parasito, lo que más mata a la gente; sino el miedo y la ignorancia.
Por eso es bueno, que el Dr. Patino hable de un gran proyecto. De algo que va más allá de quitar los refrescos y golosinas de las cooperativas escolares. No suena nada mal, incluir en el plan de estudios de la entidad, la materia de salud. Ahí tienen chamba los diputados.
Concretar una iniciativa de ésta índole y aterrizarla en las escuelas, sería un gran logro del Gobierno Astudillista. No tengo la menor duda.
En lo particular, en el estudio encontré que debo alimentarme de una forma especial. Soy grupo Sanguíneo “B”. Dejar el pollo y el maíz han sido decisiones difíciles, pero que me han generado una mejor calidad de vida. No es fácil haber superado una enfermedad hepática grave, con una vesícula inservible. Lo mejor de todo, a partir de esa experiencia, de hace poco más de seis años, es haber optado por estudiar. Escuchar mi cuerpo. Recordar que el pez por la boca muere. Apostar por el cambio.
Por eso, creo en la bondad de la educación. La materia de salud, es más que necesaria.

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