MEMORÁNDUM

*** Del afecto y las próximas elecciones
Gerardo Ruano Cástulo
El mensaje del Gobernador, Héctor Astudillo Flores, fue muy claro. Para las elecciones de 2018, los candidatos no serán nominados por el afecto; sino por el posicionamiento que tengan en territorio. Que sean garantía de triunfo.

Bajo el entendido básico, de que los partidos políticos existen para conquistar el poder y mantenerse en él, los resolutivos de la reciente Asamblea Nacional del PRI, lejos de evidenciar debilidad interna, muestran a un Instituto Político capaz de adaptarse rápidamente a las circunstancias. Leal a la fórmula que los condujo a recuperar los pinos en 2012.
Es cierto, que el escenario no pinta un día de campo para el partido tricolor. Tampoco es así para los demás partidos. El mismo López Obrador, no la tiene ganada con tantos años en campaña. El que PRD y PAN puedan concretar una alianza, de igual manera, muestra que nadie se siente confiado y seguro de ganar.
En ese ambiente se mueve la apertura en el PRI. La apuesta es abrir más la puerta a la ciudadanía. Ir hacia ese voto que ha perdido confianza y credibilidad en los partidos y las elecciones. Ir, como lo ha hecho el PRI, en muchas ocasiones, por la suma de liderazgos que son reconocidos y pueden aportar para el desarrollo.
En primera instancia, se podría pensar, que las palabras del Mandatario Estatal, van dirigidas a quienes están en su equipo. Más, en lo personal, creo que es un mensaje directo a los demás grupos políticos. Nada de recomendados. Nada de privilegiar ese modo de hacer las cosas. El reparto de cuotas es improcedente. La apuesta es ir con los mejores cuadros a las elecciones de 2018.
Creo, que eso lo saben sus más cercanos colaboradores. Ya que son ellos, los que no están confiados al afecto para buscar algún cargo de representación popular. Se dedican a cumplir con sus tareas. Con buena actitud y dando un buen trato a la gente.
Con candidatos, producto de la amistad no se ganará en 2018. Eso lo tiene muy claro el Gobernador, Héctor Astudillo Flores. Se requiere de mucho trabajo. De contar con un real respaldo de la ciudadanía. Que así lo indiquen los análisis, mediante procedimientos científicos. Nada de maquillaje de encuestas y palomeó por presiones.
Tampoco es garantía el esquema de grupos. El mismo Mandatario Estatal acabó con el mito Figueroa, al que todavía algunos endiosan. Es más, en contra de ellos, ganó la Gubernatura. Y lo hizo de manera contundente. Sería un error, que el PRI regresara al pasado. Al aguas blancas. A la comodidad de impulsar juniors.
Ahora bien, si somos estrictos, el afecto puede conceder más posibilidades. Pero no es la definición. El mejor respaldo, como siempre, debe ser el trabajo y los resultados. Porque como bien lo dijo el Gobernador, nadie juega en las elecciones para perder. Todos quieren ganar. El PRI quiere ganar. Ese es el punto.
DE SALIDA. Donde las cosas fluyen sin contratiempos es en la próxima sucesión del SUSPEG. David Martínez Mastache ha logrado consensos que lo ubican en la ruta de un triunfo contundente en las urnas. El mensaje de los suspegistas es claro, no a los aventureros, oportunistas y mercenarios.

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