MEMORÁNDUM

*** ¿De quién es la responsabilidad?
Gerardo Ruano Cástulo
La participación ciudadana no se reduce a emitir el sufragio. Como tampoco, en asumir la posición más cómoda, de criticar y cuestionar sin aportar nada. Eso es parte de la crisis de participación que acusamos. Ni siquiera, en procesos electorales se logra algo importante. El nivel de abstención es elevado. Y fuera del ámbito de las urnas, es palpable la indiferencia y falta de compromiso ciudadano por el bien común.

Nos pesa hablar de temas, como la corrupción en la vida cotidiana. Como también del influyentismo. Estamos sumergidos, en la idea de que el gobierno tiene toda la obligación; de resolver el total de los problemas. Y veámoslo, en un ejemplo sencillo. El desafío de la basura.
Creo, que muchos hemos visitado otros lugares del país. Nos agrada ver su buena imagen. No falta la odiosa comparación, de que Chilpancingo no está a ese nivel. Y lo más fácil, “el gobierno no hace nada para mejorarlo”.
El caso, es que si lo vemos a detalle, nos daremos cuenta que la gente de aquellos lugares, ha adoptado una cultura diferente. 
La de tomar en sus manos, la responsabilidad. No le ha dejado todo al gobierno. La tarea de mantener esos lugares limpios y con buena imagen, es de todos.
Al final del día, ellos parecen tener bien claro, que el beneficio es para todos. Ganan con una buena imagen. Con un mejor ambiente. Con condiciones de salud más elevadas. El turismo es un plus, con el que también ganan. Y ganan bien.
Lo vi ésta semana. En la acera de la Escuela José Martí, se comienza a generar un desorden. Los comerciantes de la zona dejan ahí la basura. Muy temprano pasa el camión recolector. Pero en el transcurso del día, hay ocasiones que se ven las bolsas de desechos. Como siempre, la decisión más fácil. Al fin, a la mañana siguiente pasará el camión. En tanto, ¿Qué pasa con esas bolsas?
Por el barrio de San Francisco. Sale la persona de su casa. Se dirige justo donde está un poste, en Juan Ruiz, frente a la Iglesia. Deja ahí las bolsas de basura. ¿A quién le deja el problema?
Por esa razón, es entendible, que el alcalde, Marco Antonio Leyva Mena, se haya propuesto encabezar un gobierno, en el que se privilegia la participación ciudadana. De su parte, ha venido haciendo lo que le toca. 
Las jornadas comunitarias tienen esa intención. También el apoyo a proyectos en las comunidades. Ahí se incluyen programas como caminando con tu presidente, en donde Marco Leyva viene interactuando con la ciudadanía, a efecto de escuchar, y en coordinación con ellos, buscar la forma de seguir impulsando el desarrollo de las colonias.
Podemos incluir el programa: “pinta tú escuela”; las audiencias públicas. La apertura que tiene con los jóvenes. Las visitas domiciliarias. En suma, mucha actividad para incentivar la colaboración mutua. La concurrencia de esfuerzos. Entablar una simbiosis que genere mejores dividendos. Como se pretende, con el programa piloto de la basura, en 18 colonias citadinas.
Al respecto, se ha hablado de pago por recolección de basura. Algunos han pegado el grito en el cielo. El fondo del tema, es que hace falta más esfuerzo de todos. Para dar a la capital otra imagen. Para generar un ambiente distinto. Más saludable.
Poner el desorden es fácil. Así como destruir y criticar. El punto es, ¿Cuán dispuestos estamos para participar en un cambio de fondo? Seamos honestos, El cambio es tarea colectiva. No es exclusiva del gobierno. 
El lema de la actual administración está enfocado en esa dirección: “Todos somos Chilpancingo”, signando como el reto de hacer, “Un gobierno de participación ciudadana.
El alcalde, Marco Leyva, hace lo suyo, con presencia permanente en territorio.

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