OPINION

Importante bono en salud
Por Manuel Tello Zapata
Por gestiones de la Secretaria General de la Sección 36 del Sindicato de Salud, Beatriz Vélez Núñez, el Gobernador del Estado, Héctor Astudillo Flores, autorizó pagar un bono único a los trabajadores de ese sector, por concepto de vestuario y equipo que se les debía desde hace un año y medio. Al informar lo anterior, la dirigente sindical dijo que de esta forma, la Secretaría de Salud actualizará la dotación de vestuario, que no fue entregado en el 2016.

El personal Administrativo recibirá un bono de 2 mil 681 pesos; las Enfermeras: 3 mil 30 pesos; los Médicos recibirán 2 mil 80 pesos; personal administrativo como Afanadoras: mil 390 pesos; los Choferes recibirán 3 mil 500 pesos; personal de Mantenimiento: 3 mil 500 pesos. El pago de dicho bono se hará a partir de este martes de la presente semana.
Vélez Núñez añadió que el monto total del bono único es de 29 millones de pesos, de los cuales el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Salud, aporta 16 millones y la federación 25 millones de pesos y aunque son muchos trabajadores, todos recibirán este bono que es único; porque en el presente año se les dotará de vestuario y equipo como se hace normalmente. La Dirigente sindical Beatriz Vélez, agradeció al Gobernador del Estado por esta acción, que permite mejorar el servicio que prestan a la población, los trabajadores del sector Salud.
TRABAJANDO EN DISNEYLANDIA.
No le faltó -ni le falta- razón al ex Gobernador del Estado René Juárez Cisneros: Guerrero no es Disneylandia. A pesar de sus problemas, el período del actual Subsecretario de Gobernación fue el último donde la ciudadanía disfrutó de paz, sin la violencia que se asomaba a las calles de todo el Estado. Con el Contador Zeferino Torreblanca Galindo, comenzó a nivel nacional la guerra contra los cárteles mexicanos que impulsó el ex Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa… y adiós a la tranquilidad.
Como una bola de nieve, la violencia se hizo incontrolable y le tocó al actual gobernante, Héctor Astudillo Flores, asumir el poder en la más grande etapa de inseguridad predominante, no solo en Guerrero, sino en casi todo el país. Con su gran experiencia política, al ser designado candidato del PRI a Gobernador, Astudillo solventó las cosas y de toda la problemática que tenía nuestra sociedad, destacó dos: el orden y la paz. En esos momentos los grupos disruptivos descoyuntaban las calles y avenidas de las ciudades principales generando caos, bloqueos, destrucción de edificios públicos, etc.
La inseguridad era el otro gran problema y había que trabajar mucho por controlarla. Héctor Astudillo Se auto comprometió a solucionar ambos problemas y todos los que se tenían. Orden y paz fue su principal lema de campaña y sus compromisos en el corto plazo. Con su gran capacidad de diálogo y negociación, consiguió en su primer año de gobierno, que regresara el orden a las calles y avenidas. Se terminaron los grandes problemas en el sector educativo, del transporte, normalista, etc., y las cosas volvieron a la normalidad.
Pero no se piense que este logro fue obra de los principales colaboradores del Gobernador. El propio Héctor Astudillo Flores construyó el diálogo positivo con todas las fuerzas políticas y sociales, en reuniones personales con los líderes y dirigentes hasta reconstruir el orden social. Sin embargo, queda pendiente la paz, que por el momento ha superado no al Gobernador, sino a todas las instancias del Estado mexicano.
Se han recibido constantes críticas contra Héctor Astudillo Flores porque no se ha logrado la paz que ofreció en su campaña. Pero no se le puede acusar de ser un mandatario ineficiente. Es un político que no puede corretear personalmente a cada bandido que comete asesinatos, pero mantiene un excelente nivel de gobernabilidad social, que no puede ser omitido por nadie.
En la semana anterior, luego de que el Gobernador anunció que se tomarían medidas para desarmar a las policías comunitarias para evitar que cometieran más delitos, el principal líder de estos: Bruno Plácido Valerio, asumió una actitud retadora y valentona, al afirmar que nadie podría desarmar a sus fuerzas, que darían hasta su vida para evitarlo. 
Astudillo se mantuvo firme asegurando que no se permitirán más acciones delictivas de los comunitarios y Bruno Plácido le tuvo que bajar varias rayas a su machismo absurdo y accedió al diálogo. Como un político inteligente, el mandatario estatal manifestó que hay disposición para llegar a un entendimiento con la UPOEG y sus comandantes. De esta forma, la negociación y el diálogo vuelven a ser la fórmula para evitar un conflicto que se sumaría a la violencia del narco.
En Acapulco, la gente del Alcalde Evodio Velázquez Aguirre organizó una campaña de desprestigio en contra del Gobernador, trayendo de la ciudad de México a dirigentes del PRD para denostarlo, pero también recibieron una dosis de su propio chocolate en manos de los dirigentes estatal y municipal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez y Fermín Alvarado Arroyo. La situación se convirtió en una guerra mediática donde salieron a relucir muchas irregularidades de Evodio y sus funcionarios.
El alcalde porteño se vio obligado a bajarle de volumen y extendió la mano al Gobernador. Este sin ningún prejuicio aceptó el detalle y durante su última gira de trabajo en Acapulco, priístas y perredistas se confundieron acompañando a su Gobernador y a su  Alcalde bajo la premisa de que debe haber respeto a los cargos que ostenta cada cual. 
Esta sin duda, es otra muestra de que tenemos en Guerrero a un Gobernante de diálogo, trabajo y negociación, que conoce la problemática y lo dá todo, todo, por encontrar las soluciones más reales.

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