Por Alberto Solís Loeza
Costa Grande, Gro.-Ante la víspera de la llegada de los fieles o santos difuntos, decenas de personas acudieron a los cementerios de la región para llevar a cabo los trabajos de limpieza, pintura y darles mantenimiento para dejar las bóvedas o tumbas lo mejor presentables para celebrar a sus familiares que se adelantaron en el viaje sin retorno.
Mencionaron que en esta fecha la Iglesia Católica conmemora la “muerte y paso a una vida de fe”, que en muchas ocasiones es recordada con arreglos florales, comida y hasta con música.
La mayor costumbre que tiene la gente en esta temporada para manifestar su alegría y mantener vivos sus recuerdos, es colocar flores de cempasúchil y velas como signo de cariño, respeto, regalo para las personas que fueron sepultadas como señal de bienvenida.
De manera simultánea y de acuerdo a la tradición, hay gente que coloca altares y tumbas en el interior de sus viviendas, donde adornan copiosamente, se prepara y comparte comida y bebida, se lleva ofrenda, se reza, hay ambiente festivo, al mismo tiempo que se percibe un profundo sentido ceremonial.
El Día de Muertos en México es una celebración de origen prehispánico, que honra a los difuntos el 2 de noviembre y que coincide con las celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos adaptado al calendario católico los días 1 y 2 de noviembre.
En ese entonces se creía que los muertos necesitaban comida para llegar a su destino final, por eso, al morir se dejaba junto a ellos comida, agua, ofrendas y diversos objetos.
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