HISTORIAS PARA CONTAR


Celerino García Suazo “El Quijote de la Pintura”
¡¡¡Muuuuyyy buuuueeenooosss díiiaaassss!!!... Hoy es un día especial y luminoso, con una luz radiante y un calorcillo que incita a refrescarse, con un coco, bajo las palmeras borrachas de sol. Con el corazón en la mano, referimos una historia llena de amor, esperanza, color, formas, tamaños, sincronía, inspiración, sentimiento, técnica y pasión, pues nuestro gran y joven personaje es oriundo de la Colonia El Embalse, hacia el sur del bello puerto de Zihuatanejo.

 En una hermosa mañana, donde comíamos chalupas, quesadillas y jugos de frutas, habíamos hecho el compromiso que el miércoles asistiría a premiar a un puñito de dibujantes y pintores infantiles, en la que fue su cuna primaria y académica, en la siempre inolvidable, combativa, insurrecta y hermosa Escuela “Aquiles Serdán” para poner el ejemplo inmediato de que los niños pueden soñar, esperanzarse, desarrollar y arribar a ser excelentes artistas, pues la vida y obra del hijo predilecto de la escuela sería el vivo ejemplo de que los sueños de ayer son las realidades de hoy.
Una vez que visitamos la casa materna y de que nos indicó cuales obras pictóricas iba a presentar, nos trasladamos con cuadros y caballetes, entre las tres cuadras que separan la casa paterna y el centro del saber... más adelante y después de haber montado la exposición pictórica en la explanada escolar, captamos la oportunidad única y placentera para desarrollar la entrevista que había sido aplazada en múltiples momentos, y en medio de los sonidos y gritos infantiles del aula de 4º. grado, dejamos la elocuencia de su historia, en la voz de Ceeeleeeriiinooo Gaaarcíiiaaaa Suaaaazoooo. 
“Yo nací en Zihuatanejo, y junto a mis papás y mis hermanos llevamos una vida normal, viendo el trabajo de nuestros papás y entre los juegos infantiles que todos los niños de la costa desarrollamos a través de nuestra infancia. Por las reglas familiares y la disciplina que imponía mi papá y mi mamá, siempre participamos en las labores de la casa y del campo, indiscutiblemente.
Así llegó el tiempo de ingresar a la primaria, y por la cercanía con la casa, mi mamá nos inscribió en la Primaria “Aquiles Serdán”, a todos mis hermanos y a mí, siendo que es un turno vespertino, mientras que por la mañana ayudábamos a mi papá en el campo. 

 Fue un tiempo de mi vida hermoso, lleno de sueños y juegos, adonde conocí las primeras letras y conviví con grandes seres humanos, como mis amigos de siempre Joel, Antolín y José Cruz, y también las figuras de mis maestros, inolvidables en la senda del recuerdo, la maestra Perla Valdovinos, el profe Jesús Cadena, Miguel Ángel, y al que ahora llamamos El Indio de Iguala.
  Y aquí sucedió mi gran sueño, pues desde los seis años inicié mis pininos en el dibujo, y recuerdo los trabajos manuales que nos ponían con semillas de frijoles y maíces… y más cuando iba en cuarto grado, porque se organizó el concurso de dibujo, llevando el tema de “Paisaje Costeño”, que afortunadamente me favoreció con el primer lugar… y de ahí pa´l real.
Y la campana del Dios Cronos indicó el ingreso a la secundaria, donde es otro nivel académico, y que fue el parte-aguas de mi vida, entre los gritos, las carreras, los trabajos y hermosas convivencias adolescentes, como se teje la vida fina y delicada. 
Entonces se llegan las jornadas artísticas del nivel básico. Los maestros de Artística, Civismo, Literatura y los directivos convocan a los diferentes concursos en que habrá de medir las capacidades culturales.
 Y por primera vez trabajo en la pintura, asesorado y favorecido por la subdirectora, que en este tiempo era la maestra Lucía… y después del concurso interno, con la salvedad de que sólo había practicado dos meses para esta nueva experiencia, me elijen para representar a la escuela Secundaria No. 52 “Caritino Maldonado Pérez”, lo que se repite favorablemente en el concurso de zona, y ahora sí, hablan con mi mamá para tener su permiso, y junto al Profesor Raúl Valdez Piedra nos trasladamos a la ciudad de Iguala, la Cuna de la Bandera de México, bajo una emoción incomparable e inolvidable, pues después de competir con los mejores pintores juveniles del Estado de Guerrero, logro obtener el tercer lugar del concurso de pintura de las escuelas secundarias guerrerenses.
Y aquí detengo un momento esta crónica, pues como toda persona que se inclina por el arte, yo sentía diariamente la enorme e irrefrenable necesidad de hacer un dibujito cada día, ponerle pintura y mostrarlo a mi familia y amigos… e iba cumpliendo el llamado de mi conciencia para practicar el dibujo… la educación escolar había cumplido su cometido, había detonado mi vocación artística pictórica, de ahí en adelante sólo quedaba reforzar este hermoso sentimiento y la pasión por la pintura artística.
 Y ante este nuevo sentimiento y las vivencias que contrae de manera natural, llego al taller del Maestro Alfredo Tapia, pionero de este arte en Zihuatanejo, y trabajo con él como ayudante, y por iniciativa propia voy experimentando en las variadas técnicas pictóricas, como el óleo, el acrílico, el pastel, al carbón, y llegó a definir mi estilo y pasión a la hora de elegir el camino de mi vida; desde ese momento decido pintar temas costumbristas, atendiendo al lógico y natural inclinación de plasmar el medio ambiente en el que vivo y convivo; bajo esta luz artística me dedico a pintar primordialmente el mar y sus presentaciones fulgurantes e impactantes, también las actividades diarias de los pescadores, de nuestros vendedores de frutas y los niños en la playa, pero lo mismo vamos haciendo cuadros familiares, rostros y figuras humanas, entre otros.
 Y una vez independizado y tomando diversas iniciativas se propician las exposiciones colectivas e individuales en las galerías costeñas, y mis pinturas se enlistan en los diferentes eventos de Zihuatanejo, van a Pátzcuaro y llegan a Palm Desert California, en formas expositivas pequeñas, medianas, grandes y extra-grandes, sencillas, hermosas y extraordinarias para los artistas que sueñan en que sus trabajos sean reconocidos, sin faltarle a la humildad.
 Con el gran orgullo de ser costeño y un pequeño pincel surgido en Zihuatanejo, ahora nos han comprado pinturas que han ido a dar a Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y Europa, y junto a mi compañera sentimental hemos abierto la Suazo Art Gallery, en el mero corazón de nuestro bello puerto, adonde exponen y venden la mayoría de nuestros amigos pintores locales.
A la vez, es un orgulloso sentimiento el que me embarga para compartir este trabajo con mis hijos Leonardo y Luna, y actualmente complementamos la amistad y los trabajos pictóricos con Óscar Armenta, Jorge Ramírez y Ulises Guinto, más nuestras amistades de toda la vida en el ambiente pictórico. 
 Sólo me queda seguir creciendo como artista, cotizar mis obras tanto económica como artísticamente, para buscar tener un nombre propio a nivel estatal, nacional e internacionalmente, e invitar a todos los niños y jóvenes a no abandonar sus sueños, sino a buscar la consolidación de sus esperanzas y metas”.
 Y aquí llegaba este hermoso monólogo… pero a nosotros nos corresponde decirlo, antes de bajar el telón…. Celerino García Suazo es un hijo pródigo del hermoso “lugar de mujeres”, hijo predilecto de la Escuela Primaria “Aquiles Serdán”, un ser humano amoroso y maravilloso que guarda en su corazón toda la bondad y la pasión por la pintura, siempre con el saludo y la sonrisa para regalarlas a su familia, a sus amigos y a todos los que lo rodeamos.
Por estos álgidos motivos, ¡Salud, Celerino Suazo!

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