MEMORÁNDUM

*** ¿Pecado de soberbia?
Gerardo Ruano Cástulo
Las dos veces que ha perdido las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, ha cometido serio pecado de soberbia. En ambas ocasiones, hizo lo más sencillo, buscar culpables, en lugar de asumir la responsabilidad de sus posibles yerros.

Lo más sencillo, en la primera ocasión, fue culpar a la mafia del poder. Lanzarse con todo en contra de las instituciones. Olvidando que había llamado “chachalaca” al entonces presidente Vicente Fox. Que se había negado a ir al debate con los mortales candidatos.
En la segunda ocasión, se echaría la culpa a los medios, por crear y hacer crecer un producto. Posicionar a Enrique Peña Nieto, hoy Presidente de México. No hubo espacio, para reconocer que no tuvieron la estrategia o un plan para contrarrestar ese efecto mediático. Porque las elecciones se ganan con planeación y organización. No de manera improvisada. No estuvieron a la altura de las circunstancias.
Va por la tercera. Y las cuentas comienzan a fallarle. Desdeñó la fuerza de partidos, como PAN, PRD y MC, que hoy, con su futuro candidato, Ricardo Anaya, muestran que están para competir por la Presidencia, no para ser personajes de relleno de la obra. Tarde se ha dado cuenta de eso, el oriundo de Tabasco.
El menospreciarles, ya le está costando caro a López Obrador. Porque la alianza, en la que van dos de sus ex aliados, es un síntoma claro, de que no ven en él, la esperanza de México. Es señal, de que no es factor de unidad.
En el inventario de Amlo, todos están mal, menos él. Si las cosas no salen bien, ya tiene a quienes culpar. Si gente que le rodea es señalada, todo es parte de un complot. Porque él, parece ser como el papa, infalible.
La historia, pareciera apuntar a recordar el escenario de 2006. Cuando después de ir arriba en las encuestas. Acabó perdiendo en el último tramo de la carrera. Porque ahora menosprecian, la futura candidatura de José Antonio Meade, por la alianza que encabeza el PRI. Olvidando, que el Partido Tricolor, es el que tiene la estructura en el país, para poder movilizar de manera efectiva a sus militantes y simpatizantes. Durante décadas, si hay algo que han aprendido los priístas, es a saber ganar elecciones.
En Guerrero, por ejemplo, no ir con PRD y MC, a MORENA le habrá de costar caro. El PRD tiene la etiqueta de haber gobernado el estado y es hoy la segunda fuerza política. MC, ha logrado mantener una votación aceptable, que lo tiene con presencia en el Congreso Local. También ya gobernó en Acapulco; municipio más grande de la entidad.
Guerrero, es un estado que ha sido bondadoso con López Obrador; pero ahora, el escenario luce distinto. El PRI es gobierno. Y no va con los que fueron sus principales aliados.
La soberbia es pecado capital, que suele tener alto costo.

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