MEMORÁNDUM

*** Los buenos hábitos.
Gerardo Ruano Cástulo
El éxito como el fracaso es cuestión de hábitos. La repetición constante de virtudes te puede llevar a la cúspide. La constante repetición de yerros, caso contrario, al precipicio. Por eso, la lectura del líder estatal del SUSPEG, David Martínez Mastache, ha sido acertada. Los mismos suspegistas lo avalaron con una votación copiosa. Es necesario un giro en la organización sindical.

Debemos anotarlo con claridad. El SUSPEG, hasta ayer, había sostenido su estabilidad, en razón de los acuerdos entre las diferentes expresiones. Era común; demasiado común, que los grupos anotaban a sus candidatos en la lucha previa, buscando la bendición de su proyecto, a efecto de entrar a la negociación. No quedar fuera.
Si revisamos la historia, encontraremos capítulos de imposición de dirigentes desde el Gobierno del Estado. Más adelante, vendría el gateo hacia la democracia. Digo gateo; porque era una democracia dirigida. Los procesos en forma, se han verificado en los años recientes. La voluntad mayoritaria de los trabajadores ha marcado el rumbo.
El episodio lamentable del Zeferinato, donde los suspegistas defendieron con todo su autonomía, trajo consigo la necesidad de un proceso de reencuentro y reconciliación. Un proyecto que uniera. Que regresara al SUSPEG al camino de la estabilidad. Esa tarea histórica, recayó en manos de Adolfo Calderón Nava, quien lo hizo muy bien. El problema, es que algunos grupos se echaron en la hamaca. No dieron lectura correcta al siguiente paso. Ir por una organización, con mejor patrimonio humano.
Por eso, David Martínez MASTACHE no podía, mucho menos debía, ir en reversa. Las señales de los suspegistas eran claras. Es necesario un proceso de cambio. De oxigenación del Sindicato. Con rostros diferentes. Con mayor equidad de género. Con trabajo constante y permanente. De tiempo completo.
No lo entendieron así otras candidaturas. Porque en el fondo, no había claridad de un proyecto. No se tenía un rumbo definido, sobre lo que requiere el sindicato. Mastache, se atrevió a hablar de manera directa de la urgencia del cambio. De ir contra el sistema de costumbres, que ha afectado a la organización.
Ese reclamo era tan sentido por la base, que se vio reflejado en el voto contundente de los suspegistas. Lo mejor del caso, es que hoy trabaja con la misión de respaldar con hechos, lo expresado en campaña.
No ha sido fácil esa tarea. No lo ha sido, porque todo proceso de cambio genera inconformidad. No es fácil cambiar un sistema de costumbres. Más es necesario, para que el SUSPEG entre a una etapa distinta. Para lo que se requiere de mejor patrimonio humano. En pocas palabras, de un Comité Central, a la altura de las circunstancias.
Se pueden comentar muchas cosas, pero lo que se ve claro, es que David Martínez MASTACHE, no habrá de negociar los compromisos que estableció con la base. Entre éstos, la de sanear la imagen de la dirigencia. La de tener un Comité que trabaja de tiempo completo.
Trabajo constante. Sin simulaciones. Porque el éxito, solamente es consecuencia de los buenos hábitos. Creo, eso lo sabe el líder del SUSPEG.

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