MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo
*** Chilpancingo; clima electoral
El triunfo histórico del PRD en Chilpancingo, producto de las elecciones de 2012, se debió a dos factores concretos: Eran gobierno en Guerrero. Y su candidato presidencial era López Obrador. Por eso, se adjudicaron los distritos locales y el federal. El PRI; solo se quedó con la Presidencia Municipal.
El Gobierno Aguirrista, recién se había instalado en el estado. Venía de un triunfo impresionante en Chilpancingo. Al mismo tiempo, las condiciones eran inmejorables, para la campaña presidencial, y los efectos que ésta trajo también a los candidatos locales.
Los triunfos en los distritos locales y el federal fueron contundentes. Pero, en el 2015, la historia fue totalmente diferente. El PRI recuperó la Gubernatura y en Chilpancingo impuso condiciones, ganando todos los espacios; diputaciones y Presidencia Municipal.
En 2015, el tema que más ocupaba a los priístas, era precisamente el de la alcaldía. Porque los sondeos de opinión, ubicaban al candidato del PRD, con alrededor de 15 puntos por encima de su candidato. El escenario lucía complicado.
Lo que ayudó al candidato del PRI, fue sin duda, el efecto Astudillo. El hoy Gobernador logró reunificar a todos los grupos de su partido y con ello, el voto lineal se registró de manera mayoritaria. Así mantuvieron la capital en sus manos.
En ésta ocasión. Se habla de una lucha cerrada. Los sondeos indicarían, que es entre la candidata del PRI, Bety Vélez; y el del PRD, Antonio Gaspar. Pero, hoy son otros los factores y las circunstancias. La primera, iría respaldada por todos los grupos de su partido; más el trabajo amplio que ha hecho en territorio. Sin olvidar, el equipo que ha fortalecido durante su carrera política.
En tanto, el segundo no lleva el respaldo gubernamental, ni el efecto del candidato presidencial, que un día lo encumbró a la diputación local. Se entiende, que el efecto del candidato presidencial de la alianza encabezada por morena; podría influir en votos para la candidata de su partido y para la ungida del PT.
En términos coloquiales, y en apego, a los números que algunas casas encuestadoras ya traen. Y que por cierto, manejan con mucha discreción. En el tema de partido a partido, el PRI mantiene entre el 33 y 36 por ciento; lo que normalmente tiene en los sondeos de la capital, más del 30%. El PRD pinta a la baja; con entre 12 y 15 por ciento. El dato relevante lo trae morena, al que ya se ubicaría entre 21 y 24 puntos. Lo demás se repartiría entre indecisos y los otros partidos políticos.
Bajo ésta consideración, se vislumbra un escenario de una gran batalla por la alcaldía de Chilpancingo. Inclusive, hay quien apuesta por la sorpresa de morena. En lo particular, sigo creyendo, que si la estructura del PRI hace bien su chamba, no debieran tener problema para mantenerla. De entrada; la candidata, Bety Vélez, está haciendo su labor de tejido estratégico. No ha dilapidado el tiempo.

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