OBRADOR-EANDO


“La palabra convence… pero el ejemplo arrastra”… reza la sabiduría popular, y que Andrés Manuel López Obrador coloca como gran vértice personal para convencer al electorado, en su tercer intento por llegar a la presidencia de México.

 Y esta realidad es urgentemente necesaria comprenderla, valorarla, tomarla, acrecentarla, adaptarla, agradecerla y ejemplificarla. El fondo filosófico del valor del ejemplo guarda una gran enseñanza que ha perdurado a través de milenios, que ha sido signo distintivo en las culturas más trascendentales en la historia de la humanidad. Los clanes, las tribus, los pueblos, las ciudades y las metrópolis, han sido sociedades exitosas y gratificantes porque y cuando sus gobernantes han sido ejemplo a seguir, en su proceder comunitario… y para los que piden o exigen ejemplos, están todos los pueblos originarios que obedecían a su consejo de ancianos, tanto por su sabiduría como por su ejemplo a seguir, donde no contemplaban su beneficio personal o entre unos cuantos, sino que decidían el destino de su comunidad a corto, mediano y largo plazo, eligiendo la mejor de las decisiones para toda su sociedad humana.
Y en la época moderna y contemporánea, los ejemplos han sido pocos pero con la contundencia de los hechos… la Madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Benito Juárez, Lázaro Cárdenas del Río, Adolfo Ruiz Cortines, José Mujica, Ignacio Lula Da Silva, entre otros, que han sido idolatrados por sus pueblos y han pasado a ser los grandes ejemplos de civilidad, política y humanitarismo.
Y Andrés Manuel, como el gran estadista que es, sabe a ciencia cierta que un político tiene que tener, como principio y fin de su escala de valores, el hábito y la demostración permanente y constante del valor ético del ejemplo personal, como se le ha reconocido a través de su proceder político, a lo largo de su historia… y si no, pues ya lo habrían vapuleado sus desesperados y obsesionados contendientes políticos, exigiendo que haga lo que ellos y sus institutos políticos no ejemplificaron en los últimos setenta y ocho años de convivencia partidista.
 El ejemplo es la única conducta que un padre puede heredar a sus hijos… el ejemplo es el único aprendizaje que promueve el profesor dentro y fuera del templo del saber… el ejemplo es la varita mágica que abre las mentes de los ciudadanos para su comportamiento socializado… el ejemplo es la contundente enseñanza que una generación adulta puede dejar a una generación joven… el ejemplo es la definitiva obra humana que puede salvar a una sociedad en medio del caos.
 Y Andrés Manuel López Obrador ha sido el ejemplo vivo de la honradez, la honestidad, la perseverancia, la constancia, la razón y la valentía… atendiendo y aprendiendo que si “La palabra convence… el ejemplo arrastra”.

2 comentarios:

  1. ha jjjjido un trabaaaajjjjo arduo, concatenado a un sinnumero de atracos a la ciencia y conciencia humana, desdeñar la CONTAMINACION SOCIAL, no es nada bueno para ninguno de los candidatos y nosotros los de apié esperamos que esos sueños de colosio (+) un pueblo con "hambre y sed de justicia" puedan clarificarse primeropara desoues iniciar el sendero de la reconstrucción del tejido social, si se puede, claro que es tardado, pero se darán los pasos importantisimos para ello, haaajjjjjta la victoria AndrejjjjjjjjManueeeelll.

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  2. A chingados que reflexión tan a modo. No la gente votará porque no hay de otra . Qué propuestas? Qu

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