TERCERA VÍA

Un día antes de mañana
Ernesto Rivera Rodríguez
Ni cuando el destino nos alcance, se acerca a lo que en éste país es más que inminente, la realidad vuelta al revés. La esperanza convertida en dolor de cabeza, en cruda realidad.
La postura, las respuestas a más de 160 preguntas de 16 diputados del Congreso Local, el secretario general de gobierno, Florencio Salazar Adame, las conjugó en una definición que más que política fue de vida, de quehacer por un ideal, más allá de un puesto de trabajo, desde su juventud convirtió a Guerrero, a través de la política en un ideal a alcanzar.

El pilar número uno del gobierno de Héctor Astudillo Flores, el encargado de la política interior del estado camino sobre las brasas de la inconformidad, de la diferencia más que ideológica hoy de una visión de estado, de nación, qué pretenden convertir hoy en pañuelo de las consultas amañadas, convirtiendo al pueblo, en la muchedumbre que condenó a Cristo, en este caso a Texcoco, y los temas con boleto y haciendo fila, como Pilatos se convertirá “en el abanderado nacional con las manos limpias” (dixit Emilio Vizarretea).
Cinco meses después del primero de Julio, el boomerang del tsunami inicial, ha modificado la fuerza inercial, política y sociológicamente manifestada, hoy las dudas sobre lo planteado en campaña está muy lejos de convertirse en promesas cumplidas, basta mencionar dos: el ejército y la marina siguen y seguirán en las calles, la gasolina no bajó ni bajara. Y otras cuyas sombras oscurecen el futuro inmediato de la anhelada democracia alcanzar frente a la cerrazón y el autoritarismo visible con que se conduce.
En tanto los denominados delegados oficiales han desarrollado una antipatía y rechazo a lo largo y ancho del país, y en estados como Guerrero, además el presumible delegado ha mostrado una intolerancia inusitada en contra del gobierno de Héctor Astudillo, que desde el mismo ejecutivo del estado y el propio secretario general de gobierno, Florencio Salazar Adame, han manejado con la requerida destreza política para evitar enfrentamientos, que veladamente la fracción de Morena y sus satélites  utilizaron como artillería para exhibir al gobierno a través del secretario general, mostrando con ello, que lo que viene es una mascarada envuelta en una falsa democracia participativa, en donde las decisiones qué interesan al país ya las toma un sólo personaje.
En tanto el senador Félix Salgado Macedonio, ha cambiado su estatus de “Toro sin cerca” a “chivo en cristalería”, al tratar de quedar bien con su superior “supremo” y pretender defender la vigencia de los llamados supe delegados, darle vuelta de timón y recordar la expresión “en Guerrero manda el gobernador”, sin giro alguno que en éste personaje no es nada nuevo dada su locuacidad con que toma las situaciones de la “ cosa pública”.

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