- También que ha sembrado en él “mucha esperanza”.
Fernando Polanco Ochoa/IRZA
Chilpancingo, Gro., diciembre 02 del 2018 (IRZA).- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, depositó su esperanza de un nuevo país en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero señaló que los buenos resultados requieren también la participación social.
Indicó que la nueva administración federal ha sembrado en él “mucha esperanza” de que los grandes problemas del país y de Guerrero se resuelvan poco a poco, después de que “ya estábamos cansados de un mismo régimen”, con lo que reveló que el pasado primero de julio votó por López Obrador.
Al término de una reunión con el alcalde Antonio Gaspar Beltrán, el obispo advirtió: “No hay que ser tan ingenuos en pensar que los gobiernos federal, estatal y municipal lo harán todo; necesitan la participación de la ciudadanía”.
Consideró que con la desaparición del Estado Mayor Presidencial y otras políticas de cambio, López Obrador le apuesta a recuperar el acercamiento entre gobernantes y sociedad civil. “Podemos sacar muchas cosas positivas de este gobierno”, manifestó.
Celebró también la política de combate a la corrupción que anunció López Obrador al rendir protesta, así como la nueva estrategia de seguridad, atención especial para pobres y grupos vulnerables, becas para estudiantes y desarrollo para las comunidades marginadas.
-López Obrador ofreció un trato especial para Guerrero. ¿La Sierra lo reclama?- se le preguntó a Salvador Rangel.
-Él ya lo había mencionado, sabe cómo está la Sierra y qué dificultades tiene, y no sólo la Sierra, tenemos muchos desplazados- dijo.
El obispo reveló que cada vez que concedía y concede una entrevista lo hace con la intención de “el mundo se fije en nosotros y que el gobierno federal voltee a vernos. Ojalá que esto se logre”.
Habrá colaboración con Ayuntamiento de Chilpancingo
Salvador Rangel también agradeció la invitación que le hizo el alcalde de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, a dialogar respecto a los problemas que vive el municipio y principalmente la ciudad.
Después del encuentro efectuado la noche del sábado, Gaspar Beltrán y el obispo realizaron un recorrido por la Plaza Cívica “Primer Congreso de Anáhuac”. El objetivo, informaron, fue reforzar los lazos entre el gobierno municipal y la iglesia católica.
Salvador Rangel dijo que las dos instituciones buscan el bienestar de la gente y que en ese objetivo “no tengo ningún empacho de convivir con las personas, con la política, con el señor alcalde; es un honor que me haya invitado.”
Agregó: “Tenemos buenos proyectos para este municipio y en la medida de mis posibilidades, estoy dispuesto a cooperar en esta tarea de pacificación, de concordia y de ayuda mutua”.
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