SIN FIN DE HISTORIAS

(Por: Ramiro Arturo Barrera Moreno)
Francisco I. Madero fue asesinado el 22 de febrero de 1913, pocos meses antes el 6 de noviembre de 1911, había tomado posesión de la presidencia después de haber ganado las elecciones extraordinarias de octubre del mismo año. Una vez siendo Presidente, no había pasado ni un mes cuando su gobierno fue desconocido por el movimiento Zapatista, argumentando que había traicionado las causas campesinas, a través del Plan de Ayala firmado el 28 de noviembre de 1911. Pero no solo los campesinos se rebelaron contra el gobierno Maderista, desde los altos círculos del poder económico aliados al capitalismo norteamericano, también alentaron el descontento que devino en el golpe militar efectuado por Victoriano Huerta con la complacencia del embajador gringo Henry Lane Wilson, considerado el peor embajador que haya enviado a México el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Recuerdo lo anterior porque actualmente al gobierno de AMLO,  tal parece que desde los círculos del poder económico aliados con el poder judicial y algunos partidos políticos, diariamente le ponen obstáculos al gobierno del Peje y tal parece que quisieran verlo descarrilado. La “tremenda corte” de justicia de la nación  integrada por verdaderos abogansters que llegaron al cargo gracias al dedazo presidencial y que ostentan salarios insultantes para la pobreza salarial de la inmensa mayoría, se han convertido en la punta de lanza para hacer fracasar las políticas de austeridad del nuevo gobierno.
Todo esto deriva en la incongruencia de nuestra propia Constitución Política, la cual en su artículo 127 fracción II señala: “Ningún servidor público podrá recibir remuneración, en términos de la fracción anterior, por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la República en el presupuesto correspondiente”, pero también resulta que el artículo 94 indica que: “La remuneración que perciban por sus servicios los Ministros de la Suprema Corte, los Magistrados de Circuito, los Jueces de Distrito y los Consejeros de la Judicatura Federal, así como los Magistrados Electorales, no podrá ser disminuida durante su encargo”  
La lucha de Andrés Manuel López Obrador tocará intereses de los que han sido los dueños del poder y del dinero, por ello el Presidente tendrá que ser muy cuidadoso con sus acciones de gobierno y debe lograr que existan equilibrios en lo económico, ya que todas las acciones negativas que se registren (caída de los mercados, devaluación del peso frente al dólar, inflación etc.) aunque sean factores externos quienes las provoquen, le serán abonadas a su gobierno. Por otro lado una población impaciente y olvidada exigirá que sus problemas sean resueltos de manera inmediata (inseguridad, desempleo, marginación), y de estas inconformidades se irán nutriendo los partidos políticos hoy de oposición. Que abanderarán luchas que ellos por décadas ignoraron.
Lograr una 4ª. Transformación de la vida pública del país sin que exista una ruptura total a lo viejo, que implicaría una gran movilización de masas dispuestas a defender hasta las últimas consecuencias los cambios que necesita el país, no está en la mente de Andrés Manuel y su labor tendrá que ser titánica. Sus fracasos pueden derivar en conflictos sociales inducidos desde las sombras. Hoy más que nunca no se nos debe olvidar la trágica historia de Francisco I. Madero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario