Con elementos federales obligados, brigada civil continúa búsqueda en zona de fosas en Chilpancingo

Chilpancingo, Gro., enero 29 del 2019 (IRZA).- Con elementos de corporaciones federales obligados desde su sede central en la Ciudad de México para acompañar a los integrantes de la Cuarta Brigada de Búsqueda Nacional de Desaparecidos, este martes se realizó el segundo día se exploración en una zona de fosas clandestinas en las faldas de un cerro localizado en la parte baja de la colonia Las Terrazas, a un costado del camino que conduce a la comunidad de Amojileca, en esta capital, donde el lunes encontraron una osamenta completa sepultada, además de otros restos óseos, prendas de vestir y dos identificaciones.

Este segundo día de búsqueda inició con varias horas de retraso, debido a que policías federales, de la Gendarmería, de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR) y agentes del Ministerio Público, no querían acompañar este martes a los familiares y voluntarios porque aseguraban que no habían dormido porque terminaron de trabajar hasta las 7 de la mañana sobre la exhumación de una osamenta humana que la brigada civil encontró el lunes sepultada en una fosa clandestina.
Después de que los brigadistas se quejaron por teléfono de esa negativa con funcionarios en sus oficinas centrales en la Ciudad de México, los agentes federales fueron instruidos de acompañar esas diligencias civiles porque era su obligación como servidores públicos. 
El contingente salió desde Zumpango, donde pernoctaron, hasta llegar al cerro en la colonia Las Terrazas, al poniente de Chilpancingo para continuar el rastreo de fosas clandestinas, un sitio donde en enero del año pasado fueron exhumados restos humanos de dos personas por parte de peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), sitio donde no fue realizada una labor profesional porque el lunes, los voluntarios y familiares de esta brigada civil encontraron huesos de una mano, partes de un pectoral y fragmentos de huesos, además de prendas de vestir, dos identificaciones, así como un nuevo sepulcro clandestino con una osamenta completa.
Las identificaciones que hallaron el lunes, son una licencia de conducir de un varón que nació en 1975 y una credencial de elector de un muchacho que nació en 1998.
En los lugares donde encontraron esas identificaciones aún se pudo apreciar la cinta que colocaron los peritos de la FGE cuando en enero del 2018 realizaron las exhumaciones, lo que para los brigadistas civiles es una falta de compromiso para realizar su trabajo.
Juan Carlos Trujillo Herrera, uno de los líderes de la Cuarta Brigada de Búsqueda Nacional de Desaparecidos, dijo que mientras “nosotros buscamos huesos que dan vida, ellos huesos que dan puestos políticos”, lo que consideró como “una diferencia enorme en buscar una cosa y otra”.
Sobre el hallazgo que realizaron en este lugar el lunes, dijo que “el no conocer esa información nos permitió hacer caso a las denuncias ciudadanas y se evidenció el no seguimiento a los protocolos, se encontró otra fosa clandestina y fue una irresponsabilidad no haber hecho un trabajo más profundo” por parte de las autoridades.
Agregó que la intención de la Brigada es dejar “una semilla que permita seguir construyendo la paz desde la sociedad; hay temor fundado de las familias que tienen desaparecidos, los espacios naturales de paz nos los han arrebatado en Guerrero y en el país. Vivimos las consecuencias de la ola de violencia que hemos visto en los dos últimos sexenios y hoy la gente no vive en México, la gente sobrevive en este país”.
Este martes, los brigadistas civiles realizaron trabajos de inspección y con un pico perforaron hoyos como respiraderos en diversos puntos del cerro, pero sobre todo en una zona de planchas de concreto de construcciones en ruinas, donde dos perros guiados por elementos de la Policía Federal olfateaban para detectar algún punto donde hubiera restos humanos, lo que este martes no ocurrió.
Los agentes federales de las corporaciones que acompañan a los brigadistas civiles, desde el lunes estuvieron renuentes a ingresar a esta zona del cerro con el argumento de que se deberían seguir los protocolos para poder inspeccionar este lugar, pero finalmente entraron para realizar las diligencias tras el hallazgo de la osamenta, otros huesos, identificaciones y prendas de vestir.

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