MEMORÁNDUM

***Lo que das, se devuelve.
Gerardo Ruano Cástulo.
Leí hace tiempo, la metáfora que ejemplifica la famosa ley de la atracción. Algo así, como lo que siembras, es lo que cosechas.
La metáfora, trata de una señora que todos los días, trabajaba arduamente haciendo pan. Era su manera de sostenerse. Viuda, y con un hijo, que había salido a probar suerte por otros rumbos; del que por años, no sabía nada.

Sucede, que todos los días, un mendigo tocaba a la puerta, en la búsqueda de pan. La señora, en medio de sus tareas, se apiadaba de él y le acercaba un pan a la ventana. El hombre lo tomaba, lo agradecía, diciendo: “todo lo que das se te devuelve”.
Todos los días era la misma rutina. El mendigo tocando la puerta. El pan en la ventana. El agradecimiento y la frase.
Pero como todo en la vida. Existen jornadas complicadas. Aquél día había sido difícil para la viuda. Estaba tan molesta. Que por su mente pasó la idea de deshacerse del mendigo. Todo era cuestión de hacer un pan especial, al que agregaría en sus ingredientes, veneno.
Puso manos a la obra. Una vez hecho el pan. Lo colocó por separado. Listo, para cuando tocara la puerta el mendigo. Llegó la hora. Fue de inmediato por el pan. Pero en el último segundo se arrepintió. Tiró el pan malo y le dió del bueno. El hombre iba feliz, tras agradecer y decir la frase de siempre: “todo lo que das, se te devuelve”.
Esa misma noche, cuando la viuda se disponía a descansar, tocaron a su puerta. Se acercó y preguntó de quien se trataba. La respuesta, fue la voz de su hijo, “mamá, ábreme, he regresado a casa.”.
Al abrir, vio al joven muy golpeado. Había llegado con dificultad. Lo ayudó a entrar. Le acomodó en la cama y curó sus heridas. Para después, dejarlo descansar.
Cuando despertó, el hijo le contó lo sucedido. Cuando iba para el pueblo, fue asaltado y brutalmente golpeado. Lo dejaron abandonado e inconsciente. Cuando pudo, se levantó y como pudo logró llegar a la entrada del pueblo. Ya no tenía fuerzas. Necesitaba agua y alimento.
En ese momento, tan complicado, llegó un buen hombre. Que me regaló un pan. Un pan delicioso. Me invitó también de su agua. Eso me salvó y dió energía para poder llegar a casa.
La viuda, tras escuchar aquello, con un nudo en la garganta, abrazó a su hijo, recordando aquella frase del mendigo: “todo lo que das se te devuelve”.
Ahora bien, en nuestro ambiente pasan buenas noticias. Suceden historias extraordinarias. Vemos que la bondad existe. Y lo más excepcional, es que hay quienes dan, sin condiciones; sin esperar nada a cambio.
Fue grato saber, que hace unos días, Guerrero fue anfitrión de los juegos deportivos nacionales de la educación básica. Tanto de primaria como secundaria. En ese marco, se vio el detalle del administrador fiscal del Gobierno Astudillista en Chilpancingo, César Armenta Adame; quien de manera generosa y desprendida; leal a su calidad humana, se solidarizó con el equipo que representaría a Guerrero en una de las justas deportivas. Una de las escuelas emblemáticas de la capital. Gran detalle de César Armenta. Leal a su calidad humana.
POR CIERTO. Tras el éxito de la organización de los juegos deportivos nacionales de la educación básica; justo es hacer reconocimiento al equipo organizador. Bien, entre ellos, por el trabajo de Jaime Ramírez Solís, Subsecretario de Administración de la Secretaría de Educación. Activo valioso del gobierno Astudillista.

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