*La violencia y los oportunismos políticos.
*Homicidios dolosos bajan 31.45 % respecto al 2018,
Roberto Santos
El domingo pasado fueron asesinados 4 hombres y lesionadas 7 personas. Todas con arma de fuego cuando departían e ingerían bebidas embriagantes en el Mr. Bar de Acapulco, a las siete de la mañana.
Ahora se cree que era un grupo que se dedicaban a extorsionar a comerciantes del puerto.
El supuesto asesino fue un sujeto, quien los acribilló después de entrar al lugar y dirigirse directamente contra ellos, quienes ocupaban una mesa en una esquina de Mr. Bar.
En el área quedaron los cuerpos y alrededor de 21 casquillos percutidos de pistolas calibre 9 mm y de calibre 45.
Este crimen causó histeria en las redes sociales y en quienes tuvieron la mala fortuna de estar cerca del asesinato, al grado tal que los contrarios a la alcaldesa del puerto rápidamente aprovechando el acontecimiento salieron a pedir su renuncia.
Es decir, cuando se debe ser sensatos ante estos acontecimientos de violencia, hay quienes aprovechan no para hacer propuestas que lleven a la resolución de la problemática del estado, sino para sacar raja política lo más pronto posible.
Ese fue el caso de Rubén Figueroa Smutny, quien como político está lejos de mantener la prudencia en casos de esta naturaleza y gusta aprovechar estas coyunturas para hacerse notar; de la peor manera, por cierto.
El Fiscal General del Estado Jorge Zuriel de los Santos narró ante medios de comunicación que ante este ataque armado las corporaciones de seguridad realizaron un operativo conjunto, y fue la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Acapulco quien logró la detención de un sujeto que probablemente esté relacionado con este evento criminal.
Al mismo se le hicieron pruebas y el funcionario aseguró que el detenido salió positivo al rodizonato de sodio y balística forense determinó que los casquillos localizados en el lugar de los hechos fueron percutidos por el arma de fuego que le fue asegurada al probable responsable.
Ahora se sabe que las víctimas pertenecen a un grupo delictivo que cuyo líder es “El Veinte”, quien hace meses fue detenido por la Fiscalía del Estado de Guerrero, en coordinación con otras autoridades de seguridad y actualmente se encuentra vinculado a proceso.
A este grupo se le señala por ser el encargado de controlar las extorsiones en centros nocturnos y restaurantes de la zona Costera y también tiene influencia en la parte alta del Infonavit Alta Progreso, informó Zuriel de los Santos.
Asimismo, se sabe que al interior de dicho centro nocturno, los integrantes del grupo delictivo se reunían para coordinar el cobro de cuotas y recabar los recursos económicos de manera diaria.
Los del Veinte fueron ultimados por un grupo contrario que comandan dos personas: “El Toto” y “El Sai”. La pelea por espacios de control parece ser la causa de este ataque mortal.
No deja de ser penoso que los asesinados y el criminal, en su mayoría son jóvenes, cuando éstos deberían estar cursando una licenciatura, una maestría, o quizá dando clases en una institución educativa.
Ojalá que se haga realidad la promesa del presidente Andrés Manuel de que con sus políticas públicas le quite los jóvenes a los grupos criminales.
Porque estos últimos no pueden esperar que las corporaciones policiacas se dediquen a cuidarlos cuando su actividad es cometer ilícitos y ponerse en riesgo de muerte en cada acción.
Tampoco la sociedad puede esperar tal cosa.
Porque ese tipo de ataques definitivamente no son culpa de ninguna autoridad, aunque los contreras y enemigos políticos piden que rueden cabezas de funcionarios por este hecho.
Más bien, es cuando sociedad civil y los tres niveles de gobierno deben insistir en realizar trabajo conjunto para diseñar estrategias orientadas a reducir los niveles de violencia y criminalidad y bajar más su incidencia en los municipios y en el estado de Guerrero.
Por cierto, Guerrero se encuentra en el número sexto por la cantidad de homicidios dolosos, en comparativa con el año anterior.
Este es el mejor lugar que ha ocupado Guerrero; muy cerca se encuentra Quintana Roo y Morelos y muy por encima Guanajuato, Chihuahua, Baja California y Colima.
La disminución de homicidios dolosos es de un 31.45 por ciento, en el mismo periodo del año 2018.
Lo que representa una disminución de 363 homicidios en el estado en lo que va del año.
Estos datos son de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, de un estado históricamente complicado.
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