Ferando Polanco Ochoa/IRZA
Chilpancingo, Gro., agosto 27 de 2019 (IRZA).- Entre 180 y 200 mil guerrerenses ya no tienen acceso a las raciones alimenticias que les proporcionaban los mil 300 comedores comunitarios que dejó de subsidiar el gobierno federal, a partir de este año.
“Ya no hay la alimentación que antes había en mil 300 comedores, están cerrados; tienen todo el equipamiento, pero ya no tienen presupuesto para alimentos”, confirmó el secretario de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos.
En entrevista, refirió que muy pocos comedores continúan operando pero “con cuotas de recuperación muy altas”.
De acuerdo con el funcionario, cada comedor atendía entre 100 y 150 personas diariamente, y recordó que en 2018 Guerrero mejoró considerablemente en materia de acceso a la alimentación con este programa; sin embargo, estimó que para este 2019 “habría una variación importante a la baja”, luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó su cancelación.
- ¿Puede el gobierno estatal hacer frente a la operación de estos comedores? - se le cuestionó.
“No, porque el gobierno del estado ha tenido que sortear otros problemas (financieros) que no estaban considerados, como el No FONE (Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa), que ha tenido que cubrir a maestros y que ha tenido que tomar recursos de lo inimaginable para atenderlos. Ha impactado en otras inversiones”.
Cabe mencionar que este programa que operaba la Secretaría de Desarrollo Social, ahora del Bienestar, desapareció del Presupuesto de Egresos Federal (PEF) 2019, con lo cual se extinguieron los 5 mil comedores de todo el país.
De acuerdo con el PEF 2018, este programa recibió 3 mil 205 millones 757 mil 494 pesos, el doble de la cantidad contemplada para el año 2014, cuando se le asignó mil 555 millones 500 mil pesos.
La mayor cantidad de comedores se instaló en los estados de México, con 2 mil, en Guerrero con mil 200, Michoacán con 500, Chiapas con 408 y Veracruz con 352. Se distribuyeron principalmente en las zonas de alta y muy alta marginación.
Según las reglas de operación, cada comedor ofrecía una comida caliente con cuota de recuperación de 10 pesos, y estaba dirigido a personas de escasos recursos, como se estableció desde su nacimiento, en 2013.
Reportes oficiales de la otrora Sedesol, según consta en la Auditoría Superior de la Federación, indican que en promedio cada comedor servía 120 comidas al día, con lo cual en todo el país se servían más de 622 mil raciones de alimentos.
No se descartan problemas de alimentación
Moreno Arcos destacó que, además del cierre de los comedores, la probable baja de producción de granos básicos en este temporal agrícola, por la tardía distribución del fertilizante, dejaría un resultado negativo para el estado.
Sin embargo, matizó también: “Hay que esperar el resultado al cierre de esta temporada de lluvias, de cómo se dan las cosechas, y si aunado al tema de comedores no hay suficiente producción, debido a que en Guerrero el 80 por ciento de la siembra o más es de autoconsumo, seguramente habrá de tener algún impacto altamente negativo”.
Cuestionado sobre la posibilidad de prever un programa especial de alimentación para zonas marginadas en el Presupuesto de Egresos del próximo año, Moreno insistió en que es necesario esperar a conocer el resultado del ciclo de producción agrícola.
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