OPINIÓN

Armando Chavarría; La Muerte de un Grande
Por Manuel Tello Zapata
Corría el mes de marzo de 2008, cuando nuestro gran amigo, Armando Chavarría Barrera, nos llamó para platicar un rato en su oficina. Fungía como Secretario General de Gobierno con el mandatario estatal, Zeferino Torreblanca Galindo. Me asombré al observar que la oficina de Chavarría había sido reducida en gran medida.

A pregunta expresa, Armando me comentó que fue el Gobernador Zeferino quien ordeno que encogieran el despacho de su Secretario General. En ese sentido, Chavarría me dijo: “Zeferino me explicó que no dudaba en que yo voy a ser el próximo Gobernador; pero que ahora él es el bueno y yo su segundo de a bordo”. Armando tomó el asunto con mucha filosofía y no se molestó en absoluto cuando ocurrió el hecho y se hizo esa plática.
A principios de mayo del 2008, mi gran amigo Chavarría Barrera volvió a llamarme para platicar. Llegamos a su oficina y su Secretario particular, Celestino Cesáreo Guzmán, nos abrió de inmediato la puerta del jefe y saludamos a Armando con el Afecto de Siempre.
El comentario fue contundente: “acabo de renunciar a la Secretaría General de Gobierno”. Pensando en que había un duro enfrentamiento con el Gobernador, le preguntamos por qué lo había hecho y nos dijo: “No hay problema, lo que pasa es que Zeferino quiere que apoyemos a su candidata a la Alcaldía de Acapulco y nosotros estamos apoyando públicamente a César Flores Maldonado”.
“Yo le dije que no podíamos cambiar a nuestro aspirante y para que no se viera mal, que su Secretario de Gobierno no apoyara a la candidata del jefe, iba a renunciar al cargo sin ningún problema”. Así se hizo y en efecto, la salida de Armando no ocasionó polémica alguna, por la actitud amistosa de Zeferino y de su ya ex colaborador.
Poco tiempo después, Armando Chavarría fue electo como Diputado local y se le designó coordinador de la fracción perredista. En pocos días lo designaron Presidente del Congreso. Al inicio de esa legislatura, Chavarría tuvo fuertes encontronazos con el Gobernador Zeferino Torreblanca; sin embargo, mediante el diálogo y la concertación, se solucionó el conflicto.
En esos días, Chavarría nos invitó a los miembros del Club de Columnistas para tener un desayuno en conocido restaurante. Aproveché un momento a solas para preguntarle cómo iban las cosas con el Gobernador. Armando me comentó En absoluta confianza: “ya no hay ningún problema, ya arreglamos todo e incluso me va a apoyar para que sea el candidato a Gobernador”.
Nos dio mucho gusto saber esa situación. Porque entre Chavarría Barrera y Zeferino Torreblanca existieron diferencias notorias, pero eran producto de la gran popularidad que tenían ambos políticos y que los llevó a contender al interior del PRD, por la Candidatura a Gobernador. Pero siempre hubo diálogo positivo entre ambos.
Lamentablemente, el 20 de agosto del 2009, nos encontrábamos en la estación de Radio Capital, cuando nuestro apreciado compañero Domingo Díaz Reyna (QEPD), dio a conocer que Armando Chavarría Barrera había sufrido un atentado que lo privó de la vida. 
Domingo no pudo evitar el llanto, que se hizo público en el Noticiero. Personalmente se me brotaron las lágrimas por la fatal noticia. Armando Chavarría Barrera fue un gran político. Seguramente iba a ganar las elecciones y sería un excelente Gobernador. 
Lamentablemente ocurrió lo que hoy nos duele, pero en lo personal, no creemos que el atentado lo haya ordenado Zeferino Torreblanca Galindo; porque sus problemas nunca llegaron a tanto. Hasta siempre, Armando Chavarría Barrera. Siempre te recordaremos con afecto y amplio reconocimiento.

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