ZONA CERO

*Programa “Juntos para la Paz” de AMLO pretende reducir consumo de drogas en jóvenes
Roberto Santos
“Juntos para la Paz” es el programa que desde la presidencia de México se ha lanzado para intentar frenar “con toda la fuerza del Estado” el abuso de las drogas, principalmente entre jóvenes.
Una campaña en medios de comunicación, usando espacios oficiales y contratos de publicidad para impulsar la reducción del consumo de estas sustancias.

Este anuncio hecho por el gobierno de México, Andrés Manuel López Obrador, es parte de la Estrategia Nacional contra las Adicciones y será aplicada en Acapulco, Ciudad Juárez, Tijuana, Cancún y Ecatepec.
Estas cuatro ciudades que por su alto consumo de drogas y violencia se vuelven prioritarias para ser atendidas por el gobierno federal.
“El propósito es ayudar a los jóvenes a tomar conciencia de que hay otras vías ante el consumo de drogas”, para evitar ser enganchados, y “optar por otras opciones para ser feliz”, con actividades recreativas, sanas, el compañerismo, deporte, trabajo, estudio y la convivencia familiar, anunció el presidente de México.
La idea del gobierno es atender la prevención, en el entendido de que “las acciones coercitivas no son las más efectivas para preservar la paz”.
Según datos del secretario de Salud en el gobierno del estado, Carlos de la Peña Pintos, publicados en un medio estatal, “son 13 los municipios de riesgo en el uso de drogas”.
Acapulco, Atoyac, Tecpan, Chilpancingo, Tlapa, Iguala, Ayutla, Atoyac, Taxco, Ometepec, Teloloapan, Chilapa, y Coyuca de Benítez, son los municipios que aparecen como focos rojos, según el funcionario estatal.
Según su información, el consumo de drogas en Guerrero se encuentra arriba de la media nacional.
Lo anterior ha significado un potencial riesgo en materia de salud y para la seguridad pública, porque los datos de los municipios coinciden con el accionar de las bandas del narcotráfico y son las ciudades más importantes del estado, que son utilizadas como centros de distribución y vías de paso para el traslado de las drogas.
De acuerdo al Informe de la Situación de Consumo de Drogas en México, este fenómeno constituye un problema de salud pública en México. 
El documento señala la disminución en la edad de inicio, el incremento del consumo entre adolescentes y una importante incursión de las mujeres, sobre todo las jóvenes, en el uso de drogas. 
Este fenómeno se asocia a consecuencias serias tanto a nivel individual, familiar y social, lo que representa un reto en materia de prevención y atención integral oportuna. 
La situación de drogas en México, tanto en su vertiente de oferta como de demanda, se encuentra estrechamente ligada a las condiciones económicas, culturales, sociales e históricas que han prevalecido en el país en las últimas décadas. 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, la prevalencia del consumo drogas alguna vez en la vida y en el último año en la población general fue de 10.3% (hombres, 16.2% y mujeres, 4.8%) y de 2.9% (hombres, 4.6% y mujeres, 1.3%), respectivamente. 
La misma encuesta (2014), identificó que el 3.3% de los estudiantes de 5° y 6° grado de educación primaria (10 a 12 años, aproximadamente) habían consumido drogas ilegales alguna vez en la vida (hombres, 4.7% y mujeres, 1.7%). 
En los estudiantes de secundaria (13 a 15 años aproximadamente) y bachillerato (16 a 18 años aproximadamente) la prevalencia alguna vez en la vida fue de 17.2% (hombres, 18.6% y mujeres, 15.9%). 
Por su parte, la Dirección General de Información en Salud, señala que han muerto por consumo de drogas de 2010 a 2017, un total de 22 mil 856 personas. 
Otros datos ofrece la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), que señala un aumento del 6 por ciento en la prevalencia del consumo de drogas ilegales en México en los jóvenes.
Y al parecer es este dato que prendió focos rojos en la presidencia de México para atacar esta problemática e intentar bajar el consumo como primer paso.
En opinión de AMLO, se debe atacar el consumo como parte fundamental para reducir la violencia que este fenómeno genera.
 “Necesitamos atender y orientar mucho a los jóvenes, porque si no bajamos el consumo, será muy difícil resolver el problema de la violencia”, sentenció el presidente.
Esperemos que la estrategia del presidente rinda frutos y pronto aporte buenos resultados.
Aunque parece un tanto utópico hacerlo por separado, atacar el consumo pero no a los cárteles productores de droga y de violencia, porque la distribución, consumo y violencia vienen aparejados.
Esperemos que la estrategia sea correcta y pronto aporte buenos resultados.

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