ZONA CERO

*Primero de diciembre, el más violento en todo el año.

*Incidencia de feminicidios crece en el país.

Roberto Santos

Parece que el primero de diciembre será una fecha para recordar pues según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), fue el día más violento en todo el año.

Este día fueron asesinadas 127 personas en todo el país, distribuidas de la siguiente manera: Hidalgo, Ciudad de México y Tamaulipas con cinco asesinatos cada estado; Puebla y Veracruz, con seis muertos, y Michoacán 7; Baja California 9; Guanajuato y Oaxaca 10, y el Estado de México 14.

No hay otros datos, pues la información se recopila de manera conjunta entre la Sedena, Semar, FGR, quienes mantienen el banco de datos desde el año del 2018 para medir diariamente el número de crímenes y ubicar los lugares donde suceden.

Sin embargo, se cree que existe un sub registro en el conteo de entre el 20 y 30 por ciento, es decir, pudieran ser más los asesinatos en el país. 

Hay otro dato que debe preocupar, si lo anterior no conmueve a quienes están al cargo de las acciones de seguridad pública.

Es el incremento de los feminicidios en México.

De acuerdo a datos del Financiero, entre enero y octubre del 2019 la incidencia de feminicidios en México registró una tasa de 1.25, que sumó 809 feminicidios en total.

Y si continúa la misma tendencia serán arriba a las cifras del 2018.

Según ese reporte, entre los meses de enero y octubre en los últimos 4 años, el feminicidio ha incrementado en un 111 por ciento, lo que representa un ascenso constante.

Para este crecimiento exponencial, fue Veracruz el estado con mayor cantidad de feminicidios. 

Si el primero de diciembre es el día más violento, se espera que los siguientes vayan rebasando el porcentaje de asesinatos registrados este día.

La falta de contención a los grupos criminales llevará a mayores niveles de criminalidad en el país.

Mientras las bandas criminales no tengan ningún tipo de contención no se van a detener para seguir avanzando y apoderándose de espacio geográfico para dominarlos e implementar medidas coercitivas para extraer recursos de la población y de la producción y venta de droga.

De la misma manera, seguirán secuestrando jóvenes para ingresar a sus ejércitos de sicarios para después hacer frente a la Guardia Nacional y a demás instituciones de seguridad.

Es decir, quienes están pagando esta política de seguridad pública es la población que es invadida por gente armada en su comunidades y los jóvenes que son secuestrados para capacitarlos y se puedan enfrentar a bandas rivales y a las instituciones de seguridad.