MEMORÁNDUM

***Consecuencia natural
Gerardo Ruano Cástulo
El pasaje bíblico cita, que en cierta ocasión, la mamá de Santiago y Juan abordó al maestro. Y como toda buena madre, abogó por sus hijos, para que cuando Jesús llegara a su Reino, pusiera a uno a su derecha y al otro a la izquierda.
El maestro respondió que ubicarlos en esas posiciones no le correspondía a él, pero que si irían al Reino, si eran capaces de beber del mismo cáliz que el maestro. Una enseñanza tremenda del evangelio bíblico. Jesús deja mensajes de profunda riqueza. La conquista de grandes logros se trabaja. Nada es casual. La perseverancia es madre del éxito. Y desde luego, la determinación acompañada de enorme actitud. No olvidar, que el maestro siempre habló de pagar un precio. Beber el cáliz, significaría poner manos a la obra. Estar dispuesto a subir la cuesta. A pasar por todos los retos y desafíos. Y lo repitió en distintos momentos, como aquella ocasión, que hablaría del camino amplio y el estrecho. Al éxito sólo se llega por el camino estrecho. Por el que implica responsabilidad y disciplina. El que requiere de planear y organizar. El que necesita horas diarias de esfuerzo. Si, el camino estrecho,  que para andar por él, se necesita de buenos hábitos. Porque el éxito es eso, la suma de buenas decisiones, producto de buenos hábitos. Nada es producto de la buena suerte. Y en caso, de que ésta existiera, con seguridad debe estar del lado de quienes trabajan. En este espacio, hemos comentado que al gobierno Astudillista, le acompañan los buenos resultados en las distintas áreas de la administración estatal. Existen números positivos. Que deben ser bien ponderados, en razón, de que el Gobernador, Héctor Astudillo Flores, recibió al estado en situación crítica. Una entidad convulsionada. Golpeada por fenómenos naturales y los lamentables acontecimientos de la noche en Iguala. Se puede decir, que sacó al estado del agujero. Y que lo hizo sin poner excusas y pretextos. Héctor Astudillo, lo hemos anotado y lo reiteramos, es un buen gobernante. Político de buenos hábitos. Aplicado en sus deberes. Trabajando cerca de todos los municipios. Con mucha idea. Con plan de trabajo. Por eso, logró sumar muchos esfuerzos para regresar la estabilidad política al estado. El fortalecimiento de la vida institucional. Y que Guerrero, tenga Gobernador. Gobernador de altura. De ahí, que no son casualidad, los indicadores que hablan de buenos avances en el estado. Como tampoco lo es, el crecimiento en aceptación del trabajo del Gobernador Héctor Astudillo. Al final del día, en el corte de caja, la conclusión es elocuente; cuando hay trabajo, la consecuencia natural, es que los resultados positivos acompañan. Es el caso de Guerrero

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