ZONA CERO

*Arranca el alcalde Antonio Gaspar programa “Cien líderes por la paz en Chilpancingo”
*En coordinación con el Grupo Chilpo pretenden atacar la violencia inculcando valores desde el hogar
Roberto Santos
Muy buena la iniciativa del presidente municipal capitalino, quien junto con el grupo Chilpo arrancaron el programa Cien líderes por la paz en Chilpancingo.
Aunque a decir verdad, se debería partir del reconocimiento de que cada padre y madre de familia es líder de su casa, y el propósito sería constituir redes de apoyo para trabajar eso que se ha perdido y que tanto daño hace a la sociedad. 

El presidente Antonio Gaspar Beltrán tiene razón cuando señala que la violencia en la capital no va a ser contenida si la sociedad no participa en desterrarla desde el seno del hogar, porque es donde se les debería enseñar a los niños aquellos valores que ahora están en crisis y dan pie a que se generen algunos problemas sociales como la violencia, la delincuencia, los asesinatos, el bullying, los feminicidios, la trata de personas, etc.
Estos principios que existen de acuerdo a las necesidades de cada momento histórico, pueden cambiar en otro, pero siempre estarán conectados con lo que se considera lo bueno de una persona. 
Es decir, los valores son enseñanzas que orientan nuestra conducta dentro de una sociedad y nos permiten ser de una manera particular. 
Algunos de ellos son los siguientes: respeto, tolerancia, obediencia, compromiso, compasión, amor, solidaridad, honradez, responsabilidad, puntualidad, laboriosidad, etc.
Estos los interiorizamos o introyectamos desde el núcleo familiar a partir del ejemplo, y está clara la gran responsabilidad que cada madre y padre tienen en ese proceso del desarrollo de la personalidad del hijo, por el tipo de ejemplo que pueden darle.
Existe alta probabilidad de que no dará el mismo resultado un padre alcohólico y violento que uno que no toma y dedica tiempo a sus hijos y no ejerce violencia en el hogar, pero también es cierto es que hay cientos de ejemplos de jóvenes que al repudiar las acciones de los padres no siguen el mismo ejemplo y terminan por convertirse en excelentes papás y esposos. 
Fuera de los casos particulares, somos testigos de que los valores se han relajado y en algunos casos perdido, como es la falta de respeto a los padres y a los maestros, amor a la vida, la solidaridad y la cooperación. 
La falta de respeto a lo diferente, la nula compasión al otro, el rechazo los demás está presente en los círculos delincuenciales, y eso es una verdadera muestra de valores humanos en nuestra sociedad que urge recomponer desde todos los frentes. 
Así que urge que este programa del municipio se inicie con seriedad para convencer a los padres y madres, líderes sociales, religiosos, educativos, políticos, etc., de su responsabilidad y necesidad de su ayuda para desterrar en los niños y los jóvenes esas conductas antisociales e irrespetuosas por el otro, por la mujer, por los adultos, y hacerlos conscientes también de la necesidad de su participación para construir una sociedad libre de violencia.  
Para eso hay que persuadir a las madres y padres a educar a sus hijos con amor, respeto, confianza, seguridad, sinceridad, empatía, asertividad, libertad y que desarrollen el compromiso de inculcar en ellos gratitud, solidaridad, compromiso, tolerancia, compasión, amor, solidaridad, honradez, responsabilidad, puntualidad, etc.
Todo un reto, sin duda –que deberían seguir otros municipios–, que vale la pena intentar por el bien de todos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario