MEMORÁNDUM

***Hombre de fe y valentía
Gerardo Ruano Cástulo
Cuando lo llamaron para dirigir al PRI estatal, en su círculo cercano, comentarían que la noticia, habría causado doble impacto. Por supuesto, que era una señal positiva, ante la solidez del liderazgo, del entonces alcalde de Chilpancingo. Pero también, significaba cortar con la magnífica oportunidad, de cumplir el anhelo de una gestión destacada en la capital del estado. Por mucho, en aquél trienio, fue considerado el mejor alcalde de toda la entidad suriana. Líder de un equipo eficiente. Líder con visión clara. Líder con plan y dirección.
Líder de gran aceptación entre la población. De magnífica presencia en medios. Dedicado de tiempo completo a servir. Por eso, como se dijo en aquél entonces, se necesitaba en su partido de sangre Fresca. El escenario no era miel sobre hojuelas. Recordar que su partido había seleccionado al candidato a la Gubernatura, por el método de la consulta a las bases. Las fisuras se abrieron. La oposición lucía fuerte. Entonces, no lo enviaban a lidiar con una vaquilla. El reto era mayúsculo. La opinión generalizada era, que estaba en juego su futuro político. Nadie dudaba de su calidad y capacidad. De no haber subido al tren, pocos dudan, que habría sellado una magnífica administración en Chilpancingo. Pero, se impuso el reto. El apostar por el proyecto, no solo de él, sino de muchos que creían en su liderazgo. Y la pasión, de ser parte de aquél juego, que era el más candente e importante de esa parte de la historia de Guerrero. Nadie puede llamarle timorato. Nadie puede llamarle mezquino. Dejo a un lado la zona segura y con fe y valentía asumió el reto. No fue una batalla sencilla. El trabajo fue arduo. La lucha, si la comparáramos con el fútbol, se habría ganado en penaltis. Hasta la última instancia se llegó. Para toda esa travesía, demostró estar preparado. No le asustó, el tamaño de la montaña que se tenía qué escalar. No le intimidó, la posibilidad real, que dictaban los números, sobre una posible derrota. Desde ahí, se sabía que Héctor Astudillo Flores, es un político de mucha fe y gran valor. En el escenario reciente, aceptó el reto de Gobernar un estado, que recibió en situación sumamente lamentable. Y con esa misma fe y valentía, ha liderado el proceso de un cambio notable. De un cambio positivo. Ha liderado una administración con buenos saldos. Hoy, ante la contingencia generada por la pandemia del Covid-19, trabaja en esa misma dirección. Dedicado a hacer lo correcto. Con mucha fe y gran valentía. Así es, el Gobernador, Héctor Astudillo Flores.

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