ZONA CERO

Las difíciles decisiones de Héctor Astudillo y las mediciones de Mitofsky
Roberto Santos
La afectación de la pandemia por el Covid-19 no solo será en la salud de la población sino en el aspecto económico, y a Guerrero dañará millonariamente por el cierre de playas.
El gobernador ha dicho que “esto obliga a tomar decisiones que nunca imaginé que llegaría a tomar, pero tengo que hacerlo”, en referencia al cierre de playas y a pedirle a los vacacionistas que “no es el mejor momento” para que vengan a los destinos turísticos por el riesgo del contagio del coronavirus.

Astudillo Flores tiene claro que este es el “tiempo que le toco vivir” y debe tomar determinaciones, más allá de lo que quisiera, impulsado por la emergencia sanitaria.
Aunque las medidas sean dolorosas, y generarán descontentos en los grupos empresariales y en aquellos que se mueven en la economía informal, queda claro que es mejor decidir por la vida, dando apoyos que mitiguen las necesidades de esos trabajadores, como parece se hará desde el gobierno federal, en coordinación con el estatal y los municipales, además de los ya anunciados por su gobierno. 
Hasta el momento la acciones que el gobernador ha tomado son percibidas como positivas por la sociedad. Nadie puede negar que Astudillo Flores ha sabido adelantarse a las circunstancias, ha sabido negociar y crear consensos, porque así lo ha demostrado al guiar a todos los presidentes municipales del estado en las acciones para intentar frenar el avance del virus. 
Está claro que ha sabido comunicar día a día lo que en el estado sucede en relación con el Covid-19, y que no está distraído con otros temas al darle la mayor importancia, pues en esto se pone en juego la vida de muchas personas. 
Es entendible que le cueste tomar decisiones que sabe afectarán de alguna manera, en el difícil equilibrio de tratar de convencer a todos para que tomen la mejor decisión, de acuerdo a su circunstancia: aislarse en sus casas o seguir trabajando pero cumpliendo las medidas establecidas por la secretaría de Salud federal, estatal y municipal. 
Sin embargo, debe seguir aplicando las medidas marcadas por el gobierno federal con determinación y seguridad, en el entendido de que están en juego miles de vidas. 
Estas acciones, la población las califica como acordes a la necesidad del momento, y ha sido la consultora Mitofski la que ha venido midiendo la aprobación de los gobernadores por las acciones que realizan ante la pandemia del covid-19.
De tal manera que el gobernador de Guerrero se encuentra en el rango del 39 a 30 por ciento de aprobación de la población, cuyo rango más alto es de 50 o más. 
Es decir, tiene una aprobación media, con un porcentaje del 39.1 por ciento al 20 de marzo, un poco más cuando en febrero fue de 38.3 por ciento, a un punto de ascender al rango de aprobación alta, donde se encuentran 14 gobernadores, como el de Nayarit, Antonio Echeverría, con 40.1 por ciento, y el más alto, en la franja de aprobación sobresaliente, Mauricio Vila, de Yucatán, con 60.6 por ciento de aprobación.
Vale destacar otro dato que ofrece la consultora de Roy Campos, en relación con la actuación del gobernador Héctor Astudillo, que lo sitúa en el lugar 15 cuando apenas en enero estaba en el 20, y con ello a punto de pasar de la aprobación media a los altamente evaluados. 
Sea como sea, con encuestas o no, se espera que el gobernador siga actuando con la idea de movilizar a la gente para que sean parte de la solución del problema del Covid-19, teniendo que tomar decisiones que a la gente puede no gustarle pero ser las correctas, porque ya se sabe que un verdadero líder debe ser capaz de poder enfrentar momentos difíciles o de emergencia, y saber tomar las decisiones que no gusten a todos, pero que sean las correctas para salir adelante como grupo o sociedad.

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