DE ADICTO A ADICTO

Negación, la cárcel de los adictos
Por Ernesto Salayandía García
De una adicción a otra.
Con esta enfermedad no se juega. He visto morir a muchos que les han rascado los huevos al tigre, adictos que no quisieron comprometerse a cambiar. continuaron en el autoengaño, ejercitando patrones de conductas equivocados, jugando la parte y por un lado, aparentaban tener sobriedad y por las noches se prostituían o se pasaban las horas enteras en los casinos, los vi tronar como espárragos ante las sustancias y sufrir las consecuencias de la drogadicción, directores y directoras de anexos de centros de rehabilitación, que hipócritamente aparentaban ser lo que no eran, finalmente murieron de sobredosis a la drogadicción yo no le he visto a nadie que le gané, muchos de ellos, incluso lograron dejar la cocaína, pero comenzaron con la heroína, el peyote o las pastas, muchos de ellos taparon la botella.
Se hicieron adictos a la marihuana, otros tantos, son ludópatas o lo fueron, son adictos al sexo y a la pornografía. No pudieron madurar, no pudieron mejorar sus patrones de conducta y la primera manifestación, fue el fracaso con su relación de pareja, muchos adictos son divorciados y otros, adictos, viven con una relación híper tóxica, por demás enferma, por eso, la recuperación tiene que ser de lleno y trabajar profundamente en la inmadurez, en dejar de ser el bebé eterno, en poder trascender y poner en práctica todo lo que el programa de Alcohólicos Anónimos ofrece.
Más de lo mismo
Hay una amplia variedad de adictos y por supuesto de adicciones, pero en la mayoría de los casos, predomina la negación, por ejemplo el fármaco, el que es adicto al tafil, valium, rivotril, lexotan , dice que consume pastillas por prescripción médica, que no es adicto, hay quien se empina hasta 6 copas de coñac o 6 cervezas al día y dice que no es alcohólico, como aquel que se chuta hasta 7 churros de marihuana en un día y niega tener una adicción con el cannabis, el gran problema que hay en cualquier tipo de adicción, es la negación y la no aceptación, pero estas recomendaciones, lo mismo sirven para el adicto a la pereza, como para la adicto a la pornografía o al sexo. Igual, le será de utilidad a la persona que se pasa más de 8 horas en el gimnasio o los adictos al chisme, a las mentiras, adictos al autoengaño, a robar, incluso adictos a matar, adictos a su pareja, a lo toxico, deseo, de corazón que genere beneficios, en el principio este libro LO MEJOR DE LA VIDA, ES VIVIRLA CON LIBERTAD, donde señalo, que una adicción es algo que no puedes evitar y lo que debe de trabajar tanto un alcohólico como un ludópata o un anoréxico, bulímico, adicto a la violencia, al sexo, afirmo, que un factor común, son los viejos moldes, por esa razón, hay que evitar repetir los viejos moldes, es decir, hacer las mismas cosas, esperando resultados diferentes, quién sale de un proceso de rehabilitación, ya sea de una clínica, de una cárcel o de un anexo, incluso de un grupo, tiene por obligación evitar repetir los viejos moldes y esos viejos moldes tienen que ver con las conductas tóxicas, dejar la pereza, las tranzas, abandonar, hacer a un lado, erradicar las malas amistades, eliminar patrones de conducta, como el estar peleando constantemente o metiéndose en lo que no le importa, también, con los viejos moldes, no ir a los mismos lugares que frecuentaba donde se anestesia , la sugerencia, es emprender un verdadero cambio, erradicar hasta la misma manera de vestir o la de hablar, para que la recuperación sea una fortaleza, dejar de ser mediocre, abandonar las mentiras, el lavarse las manos, el postergar, decir mañana lo hago o acostumbrarse a mencionar él a mí no me toca o conmiserarse y no contribuir al bienestar de su hogar, si no sentirse merecedor, sentarse a la mesa y no valorar el plato de comida que se le está sirviendo generosamente, la recuperación, requiere de un verdadero cambio y es borrón y cuenta nueva, el adicto, cree que por el simple hecho de haber estado internado tres meses, en un anexo o clínica, ya tiene derecho a todo, se lo merece, eso cree, ya no tiene que hacer el más mínimo esfuerzo, él cree que ya cumplió y se ausenta del grupo de autoayuda o del mismo centro que lo vio nacer, se vuelve a juntar con gente tóxica y vuelve a tener acciones de deshonestidad, como el robar, el defraudar, el vender sustancias, la recuperación demanda dignidad, integridad y sentido común, los viejos moldes son el ingrediente básico de una recaída y por ellos los patrones de conducta en un adicto tiene que ser diferentes a la actividad, se es adicto de por vida, yo soy y seré adicto, hasta después de 5 días que está enterrado, o más, no puedo darme de alta, si recaigo, me muero porque esta enfermedad me alcanza en cualquier momento y no puedo subirme al ring, porque me hará trizas en un abrir y cerrar de ojos, la enfermedad abra de destruirme, el hecho pues, es que este es un compromiso individual, permanente, el adicto debe de luchar por su propia recuperación, día a día, un día a la vez, solo por hoy y tiene la obligación de hacer grandes cambios en su vida, aprender a cerrar círculos , a dejar a un lado todas esas malas costumbres que arruinaron su vida, esto no es un juego y esta es la vida que tiende de un hilo, es cuestión, de vida o muerte.
Un adicto, no es de fiar.
Mientras puedo se me da por ayudar a los jóvenes adictos y cuando terminan sus procesos de 3 o 4 meses, me aboco ayudarlos a conseguirles trabajo, a que terminen sus estudios o a qué resuelvan sus problemas legales, pero resulta que estos adictos piden ayuda rogándole a Dios no encontrarla, siguen siendo mentirosos, inmaduros, engañifas, siguen siendo más de lo mismo y creen que uno nació ayer, hubo un caso, el de Juan, que le ofrecí un puesto de parrillero con un amigo que tiene varios negocios de hamburguesas al carbón, platique con él, le pedí el favor que le diera trabajo a Juan, era un excelente sueldo por semana, 2 mil 500, más las propinas y le dije ponte en contacto con Alex, llámale, él te va a hacer un entrevista y Dios quiera te dé el trabajo de parrillero, es una súper lana de sueldo por semana más las propinas y prestaciones, pasó el tiempo y más de una semana y Alex me habló, me dijo. Oye no has conseguido a nadie para el puesto de parrillero, porque tengo una vacante y me urge un parrillero, me dijiste que una persona me iba a hablar y no me ha hablado, en ese momento le dije a Alex, deja localizarlo y te hablo, le llamé a Juan y me dijo que no, que no había llamado porque el humo del carbón le lastima los ojos y que él quería un trabajo más cómodo, en una farmacia o un banco, que si por ahí podía yo ayudarlo, le comente, que el gobernador iba a renunciar, que a la mejor le gustaría ese trabajo, luego le conseguí trabajo a otro adicto en un auto lavado eran mil quinientos de pago semanal , más las propinas, igual le pedí que fuera la entrevista y jamás fue, así como estas dos historias puedo contarte muchas más, los adictos que conozco, son promotores de una pésima imagen que hay en la sociedad, quedan en hablarte y no lo hacen, no van a las citas convenidas, confirmo, respecto a un buen número de drogadictos, siguen siendo deshonestos, irresponsables, engañifas, falsos e hipócritas, siguen con los mismos viejos moldes y la recuperación no será, porque tarde que temprano vuelven a prenderse de la sustancia y así, es el cuento de nunca acabar, yo les digo, recuerda que nadie va a hacer por ti, lo que tú tienes que hacer por ti.
Salvo sus honrosas excepciones.
Por supuesto que no puedo generalizar, pero en mi propia experiencia, me ha ido mal con muchos adictos en recuperación y también con adictos activos, hace muchos años, le di la oportunidad a un hijo de una señora que yo pensaba que era mi amiga y no fue así, este muchacho robó mi casa, robó mi oficina y me robó una laptop donde tenía todos los vídeos y la estructura de mis talleres, claro un malagradecido, malnacido, pero así, como él, los adictos que entran a mi oficina, algunos, muchos de ellos, me roban, lo que pueden, desde libros, figuras decorativas, dinero y lo que esté a su alcance, son los viejos moldes, que no quieren romper, son rateros, tramposos, mal hechos y en su conjunto, le dan al adicto una pésima imagen, hay también quienes juegan la parte y aparentan ser lo que no son, cometen muchas deshonestidades, dañan a personas inocentes y abusan de la enfermedad, yo creo, que un adicto debe de darle credibilidad a su palabra y hacer un esfuerzo permanente por dejar de ser mediocre, he venido emprendiendo un verdadero cambio, con hechos, porque se, qué hechos son amores y no buenas razones, estoy muy comprometido con mi recuperación y sé que no soy el único recuperado, pero si soy el un adicto comprometido, soy un periodista adicto qué se ha especializado en las emociones y en las adicciones, tengo por disciplina, escribir por semana mi columna De adicto ADICTO, la que envío a más de 3 mil suscriptores y se publica en un gran número de medios del continente Americano. No puedo claudicar, ni volver a ser el mismo adicto mediocre de toda la vida, tuve que romper con mis viejos moldes y salirme de las estadísticas de los adictos enanos y mediocres, yo no soy del montón.

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