MEMORÁNDUM

*** Por cumplir la palabra
Gerardo Ruano Cástulo
No existe otra forma de definirlo. La obstrucción para impedir que funcione un centro de atención a la salud, es un acto miserable. Lo es más, cuando la gente ha esperado por largos años, contar con un centro de salud más amplio y digno.
Con mayor capacidad para la atención. Lo ocurrido ayer en Cruz Grande, es un acto totalmente fuera de lugar. Lejos; lejísimos, de las aspiraciones de un pueblo que desea mejorar la calidad de vida, por encima de cualquier otro interés, mezquino o político. Nada sano, el mensaje que se envía, de los señalados, como parte, presuntamente, de las huestes de Morena. Malísimo mensaje, cuando hace una semana el Presidente del país visitó el estado y reconoció el trabajo coordinado que se realiza con el Gobernador, Héctor Astudillo Flores. El mismo mandatario estatal, estuvo días atrás en Cruz Grande, dando espacio para la comunicación y el diálogo. El de Héctor Astudillo ha sido un gobierno atento, que escucha y atiende. Y en el caso del Centro de salud, es una obra, cuya inversión fue rescatada y retomado en este sexenio, para hacer justicia a la población, que por mucho tiempo había demandado tan Preciada obra. No había razón para un acto bajo y fuera de lugar. Peor aún, para el acto miserable, de impedir el funcionamiento del centro de atención. Ahora bien, el mensaje es además pésimo, por el tiempo de contingencia que vivimos ante el covid-19. Cómo también lo es, por el escenario electoral que se avecina. La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, es cáncer para la sociedad. Es inadmisible y totalmente reprobable.  y al final del día, de lo único que podrían acusar al Gobernador, es de haber entregado una obra de enorme impacto social para la salud de la gente de Cruz Grande. Una obra, que otros solo prometieron. Cumplir su palabra, es el delito.

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