ZONA CERO

 “La política es así”

Roberto Santos

“Mi conciencia está tranquila”, ha señalado el exgobernador Ángel Aguirre Rivero.

Se refiere a que no tiene culpa en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de octubre del año 2014, en Iguala, y que a consecuencia de eso, tuvo que dejar la gubernatura. 

Aunque paulatinamente su nombre y de sus allegados han ido quedando sin señalamientos, parece que por consigna el máximo líder de los normalistas y de los padres de familia, Vidulfo Rosales pretenden enjuiciarlo a como dé lugar. 

Son 18 o 19 líneas de trabajo dice Rosales Sierra, y pide que Ángel Aguirre no cante victoria porque se está investigado a los funcionarios que estaban en funciones. 

Lo anterior fue la respuesta a la postura del exgobernador, quien hizo alusión al último informe del gobierno federal, que presentaron nuevas rutas de investigación y donde su nombre no aparece como sujeto de investigación. 

Ni el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, ni el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y tampoco el fiscal especial Omar Gómez Trejo, mencionaron al exgobernador de alguna manera.

Eso le ha dado optimismo al experredista que dirige una tribu en el PRD, al señalar que Alejandro Gertz Manero mencionó que la anterior administración al principio culpó a su gobierno, pero que eso no les funcionó y a partir de ahí tuvieron que construir la verdad histórica, “que ni fue verdad, ni fue histórica”.

Esto sin duda, eventualmente le estaría dando posibilidades para participar como candidato para algún espacio electoral.

El líder de la corriente IPG, insiste estar disponible para cualquier aclaración acerca de las acciones de su gobierno “en esas horas aciagas y en los días que siguieron”,  y señala que si alguien de su gobierno tuvo algo que ver en los hechos, será el primero en exigir que sea investigado. 

Parece pues que es altamente probable que obtenga de la autoridad federal el deslinde  de su gobierno y de él mismo en esos lamentables hechos. 

Es decir, legalmente podrá deslindarse de los hechos. 

Sin embargo, hay personajes que seguirán capitalizando esta desaparición por haber acontecido en su gobierno, solo por cuestiones políticas e ideológicas para seguirlo culpando.

La pregunta obligada: Volverá a ser perseguido por los padres de familia y de los estudiantes de Ayotzinapa en caso de querer participar en política electoral en el proceso que ya inició, tal como sucediera en el 2017, cuando quiso ser candidato a diputado federal, y que ante el hostigamiento hacia su persona tuvo que retirarse de la contienda. 

Fuera de lo jurídico hay quienes han decidido que “esa losa que ha venido cargando durante seis años”, “y que no le corresponde”, la siga portando como castigo por algo que no cometió. 

Mientras, seguirán en la impunidad aquellos que enviaron a los jóvenes a Iguala, sobre quienes no pesa ninguna investigación ni por error. 

Y como bien dice el oriundo de Ometepec: “La política es así”.

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