*Félix y Mario la gran final

‘El cambio en el que podamos creer es aquel que vaya generando el mercado interno, empleo y que se vaya viendo dinero en nuestros bolsillos’. 

Vamos ha estar ante dos personajes místicos de la operatividad, que no le vamos enseñar que es vivir una elección, o ganar una contienda electoral, será una gran batalla, donde no habrá ni tregua ni cuartel, sin tiempo fuera, dos pesos completos. 

Félix acompañado con un partido de moda, con la estructura electoral que se llama ciudadanía, con un instituto en polémica constante que al final todo se endereza, precisamente por el proceso de formación que pasa Morena. 

Popular hasta el tuétano, arraigo que levanta polvo, polvo, ‘El Toro’, como le dicen enfrentará una elección sin precedentes, ante una campaña de desprestigio descomunal por parte de sus adversarios, como nunca a nadie se la habían aplicado.

No obstante, como decía Galileo Galilei (Eppur si muove) ‘Sin embargo se mueve’ entorno a ese todo animado, que se llama proceso electoral, donde sus porcentajes de aceptación lejos de bajar suben y en algunos casos los mantiene, un político con sensibilidad, o sea no hay más que decir. 

Mario, ante un partido de la tradición política, el partido de la escuela, el del sistema político mexicano, del que siempre tiene su maquinaria aceitada, con su padrón y estructura electoral, quien acaba de perder la presidencia de la República, pero se sigue levantando. 

Aunque también es un político popular, pero hacia una justa dimensión, donde se caracteriza por tener palabra, cuando menos así lo hemos escuchado de algunos sectores, sensible y de mano firme, pero tolerante a la vez. 

Siempre señala en decir que hasta ahorita no ha perdido ninguna elección, aunque cada elección reconoce siempre es un nuevo reto, otra circunstancia que permite sacar otras estrategias. 

Ojalá que podamos ver una elección a la gubernatura donde cada quién demuestre su poderío, ojalá con inteligencia, experiencia y no entren en hacer lo más fácil, la perversidad, el desprestigio, porque para eso no se necesita haber ido a una universidad, u ocupar muchos cargos, eso dicen ya viene en la envoltura de la formación del humano. 

De lo que aquí pide el ciudadano será el cómo lo vas hacer, no el que vas hacer, de presentar algunos proyectos de desarrollo para el estado y en ciudades como Acapulco, proyectos que impacten, no así a lo mismo de siempre programas pueblerinos, que todos presentan, que se vaya por algo que vaya a generar perspectivas. 

Donde el turismo no siga siendo la única alternativa, sino también el campo, la siembra y la pesca donde quizá se puedan adquirir barcos pesqueros de alta mar, para que generé empleos y explotemos nuestros litorales, para que el pescado de buena calidad lo vendan mas cómodo en los centros comerciales, como mercados.

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