MEMORÁNDUM

*** Mario; su calidad humana.

Gerardo Ruano Cástulo.

Ahora que volví a ver la película “mi nombre es Khan”, recordé aquella enseñanza tremenda que su madre le da. La guerra entre cultos religiosos es inaceptable. Creo, que lo mismo debe pasar, entre otras afinidades, como la política. Tenemos derecho a pensar diferente o distinto. Al final del día, como bien le dice su Madre a Khan, solo hay dos tipos de personas: buenas o malas.

Le indica que puede haber buenos musulmanes; como también malos. Buenos y malos hindús. En política, a la persona no la define el partido. De hecho, todos los institutos políticos tienen como fin primordial el bien común. Con sus planes, programas y métodos. Caminos distintos. Propuestas distintas. Al final un mismo objetivo. Eso de las ideologías, no define nada. Es simple. Eres buena persona o mala. Sin importar en lo que creas o pienses. Como católico, admiro al buen musulmán. Al buen hindú. Al buen ortodoxo. Al buen cristiano. En política, también debiera verse más allá de los discursos de encono y discordia. Hay militantes buenos en cada partido. También hay malos. Por eso, en el caso de la elección que viene en Guerrero, por encima de los partidos políticos y las alianzas, debiera imponerse la calidad de los candidatos. Hace unos años leía, aquella historia, del peque que armaba el mapa del mundo, luego de que su papá, lo rompiera de una revista, con el objetivo de que lo dejara trabajar; prometiendo ir a jugar con él, si lo lograba. Por supuesto, que lo logró y en tiempo récord. Cuando su padre asombrado preguntó, como lo había hecho, el peque dijo que esa revista ya la conocía. Atrás del mapa venían unas personas. Así que armó a las personas y el mundo quedó hecho. La clave está en las personas. Ahora bien, si somos extremistas, nadie se salvaría. Cómo dice la frase: todos somos pecadores. En el evangelio lo define mejor Jesús: “Quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”. Pero tampoco es una frase para el conformismo. Porque después, el mismo evangelio sentencia: “Que por los frutos los conoceréis”. Es decir, se puede observar, quien trabaja en ser mejor persona. Y de esa calidad se requeriría para los espacios donde se toman las decisiones públicas; las que van en bien o mal de la sociedad. Por eso, luego de conocerle por años. Saber de su crecimiento ante la adversidad. De su lucha por el reconocimiento al poder de las bases. De su trabajo permanente a ras de piso. De su carrera política aseada. Siempre atento de sus responsabilidades. Siempre sobrio. Lejos de los escándalos y protagonismos. Político ordenado. Hombre feliz con su familia. Y garantía de gobernar bien. Cerca de la gente. Con brazos enormes para abrazar a los más necesitados. Porque tiene talentos y capacidades para hacerlo. Libre de ocurrencias y cuentos Chinos. El mejor aspirante, para Gobernar Guerrero, es Mario Moreno Arcos. Por eso está ahí; a milímetros de ser registrado por la alianza PRI-PRD. Porque lo que ha pesado a su favor; es su tremendo tamaño de ser humano. Ese es el punto

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