México avanza hacia una política hidroagrícola transformadora

 *Se impulsa un uso sustentable del agua en el campo y el crecimiento de pequeños y medianos productores, para generar mejores condiciones en las zonas rurales.

Para 2020-2021 se tiene programado cultivar 2 millones 348 mil 336 hectáreas en los distritos de riego del país, con un volumen de 26 mil 765.9 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua. De ello, hasta ahora se han sembrado casi 1.9 millones de hectáreas —81% de lo programado—, con 47% del volumen de agua para riego, informó Aarón Mastache Mondragón, subdirector general de Infraestructura Hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Al participar en el foro virtual “El Agua en la Alimentación”, organizado por Conagua en el marco del Día Mundial del Agua, explicó que el resto del agua asignada para el actual ciclo agrícola se utilizará durante la época más álgida del estiaje, en estrecha coordinación con los productores.

Asimismo, dio a conocer que, de manera adicional a los apoyos que se brindan a las entidades tradicionalmente productoras de alimentos, en 2021 se proporcionan subsidios a productores de comunidades con muy alto grado de marginación, ubicadas dentro de las zonas de atención prioritaria, comunidades indígenas o población afromexicana, con el fin de avanzar en el cumplimiento de uno de los objetivos del presidente Andrés Manuel López Obrador, de distribuir de manera equitativa y justa los recursos públicos.

Al hablar de los retos en materia hidroagrícola, explicó un tema fundamental es el reordenamiento y la actualización de los distritos de riego, debido a que muchos centros de población se han formado en torno a ellos, invadiéndolos y afectando la operación de la infraestructura.

Otro reto, consideró, es organizar y destinar apoyo a las unidades de riego, pero de manera diferenciada, para dar prioridad a las de mayor rezago o menos desarrollo.

En su momento, Jacinta Palerm Viqueira, subdirectora general técnica de Conagua, señaló que se trabaja para consolidar una nueva política que revierta aspectos fundamentales en materia hídrica y agraria, como es la concentración de los derechos de agua en pocas manos y el impacto ambiental.

Por su parte, Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que, como parte de la nueva política agroalimentaria de México, en 2021 se incrementó el presupuesto del programa Producción para el Bienestar, de 11 mil millones de pesos en 2020 a 13 mil 500 millones en 2021, en beneficio de los productores de pequeña y mediana escala.

Asimismo, se aumentaron los apoyos para productores de granos y café, y se incorporó a los de cacao y miel. Con ello, puntualizó, los beneficiarios pasaron de poco más de 2.2 millones a 2 millones 300 mil.

Ello, explicó, forma parte del camino hacia la Cuarta Transformación, en el que se implementa una nueva política que fomenta un nuevo régimen económico-social-político-cultural, con el que se pretende recuperar el papel del Estado en la conducción del desarrollo del país y la separación del poder económico del político, con un ejercicio público basado en la cero corrupción e impunidad, así como en la austeridad republicana.

En ese contexto, puntualizó, se atiende a todos los sectores productivos y sociales, con énfasis en los más desfavorecidos históricamente, mediante una política dirigida hacia la soberanía alimentaria y la autosuficiencia en alimentos, insumos y tecnología.

Señaló que actualmente se impulsan políticas que llevan hacia mejores condiciones de alimentación y vida para quienes producen alimentos, sobre todo los pequeños y medianos productores, que es a quienes se reorientan los apoyos para entregarlos de manera directa.

Así mismo, se trabaja en sistemas agroecológicos de producción de alimentos sin transgénicos ni glifosfatos; una mejor salud alimentaria familiar, comunitaria y nacional; una política con un enfoque de derechos humanos y respeto y promoción de los derechos de los pueblos indígenas, así como en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible 2030 y de los compromisos de México, derivados de los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático.

Bajo este contexto, puntualizó, se promueve que las pequeñas y medianas unidades, que hoy generan 54% de la producción agrícola y generan 85% del empleo en el medio rural, crezcan a grado tal que sean quienes cubran una mayor proporción del mercado nacional y participen del internacional.

Por último, los ponentes coincidieron en que ambas instituciones redoblarán esfuerzos de coordinación con las otras instituciones de los tres órdenes de Gobierno, con el fin de dar más apoyo a los productores agrícolas y consolidar una política hidroagrícola que permita el desarrollo de las regiones que tradicionalmente han sido relegadas, lo cual incidirá de manera directa en el crecimiento social y económico de México.

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