La consulta popular del próximo domingo tendrá que llevarse a cabo contra viento y marea. No solamente los contagios por COVID siguen al alza en lo que se considera la tercera ola de esta pandemia en el país, sino que se ha buscado que la misma logística sea una barrera que superar.
Hace prácticamente dos meses, los electores lograron una participación del 52.7% del padrón, misma que se distribuyó en 162 mil 896 casillas instaladas.
Aun teniendo tiempo suficiente el Instituto Nacional Electoral (INE), no realizaron bien sus cuentas y para la consulta ciudadana solamente serán instaladas 57 mil 124 mesas, es decir, que los tiempos de espera serán al menos tres veces superiores a las elecciones pasadas, que fueron las intermedias más concurridas del presente siglo.
La participación que se espera en la consulta ciudadana para que sea vinculatoria es similar a la de las elecciones intermedias de 2003, misma que tuvo una participación del 41% del padrón, con la gran diferencia que hay una pandemia y que las casillas son 3 veces menos de las que deberían existir, en caso de instalarse todas, lo que supone un problema logístico especialmente para las zonas no urbanas del país.
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