Casi 14 millones de personas en edad y posibilidad de trabajar que viven en la Región Norte del país, laboran en condiciones precarias, sin ingreso suficiente, seguridad social, excluidas del mercado laboral porque están desempleadas o no pueden buscar empleos remunerados por realizar labores de cuidados y del hogar.
Considerada una región boyante, el norte del país ahora no solo sufre inseguridad y violencia en los últimos años, pues el desempleo empieza a azotar esta franja de México donde casi la mitad de su población está en el desempleo
Casi 14 millones de personas en edad y posibilidad de trabajar que viven en la Región Norte del país, laboran en condiciones precarias, sin ingreso suficiente, seguridad social, excluidas del mercado laboral porque están desempleadas o no pueden buscar empleos remunerados por realizar labores de cuidados y del hogar.
Según el Semáforo de Trabajo Digno realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza a partir del análisis de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que levanta el INEGI, los resultados que arrojaron estados como Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, son “menos malos” que otras regiones del país, pero igual “el semáforo laboral del norte está en rojo”.
“La mitad de las personas que trabajan en la región norte (51.7%) no ganan lo suficiente para dos canastas básicas”, afirmó el coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo.
Explicó que si bien la economía del norte “no está tan mal como la del sur”, tampoco está bien. “Es inaceptable que por ejemplo en Nuevo León (el estado mejor posicionado) 4 de cada 10 personas que trabajan tengan un ingreso que nos les permita adquirir la canasta familiar”, estableció
Estableció que a nivel nacional, el trabajo digno solo beneficia a 9 millones de personas, esto es: menos de la quinta parte de las personas ocupadas en México.
Ello mientras que casi 60 millones de personas están fuera del mercado laboral, no tienen un salario suficiente para adquirir la canasta básica o no tienen seguridad social.
Es decir, 35.3 millones trabajan sin alcanzar un salario suficiente y/o ingresar a la seguridad social, mientras que 24.6 millones de personas quedan fuera del mercado laboral por desempleo o por estar impedidas de buscar trabajo remunerado por sus quehaceres de cuidados o del hogar, de esta última cifra, la gran mayoría son mujeres (95%).
De acuerdo a este análisis existe un déficit de cerca de 700 mil empleos cada año que se suman a la tendencia que ya se viene arrastrando desde hace décadas. El resultado es que ahora, jóvenes y mujeres estudian más pero no consiguen trabajo, yquienes saltan la barrera del desempleo, trabajan pero en condiciones precarias.
Gómez Hermosillo, consideró que el reto no es cómo se genera más empleo, sino cómo se genera más trabajo digno.
“¿Cómo hacemos para que el trabajo digno sea la única manera de trabajar, cómo hacemos para que se incorporen todas las personas que quieren trabajar, especialmente las mujeres?”, señaló el especialista.
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