Desde la construcción de la primera refinería edificada por la industria nacional, la de Salamanca que llevó 7 años, hasta la Miguel Hidalgo, que le llevó 4, la primer refinería que verá luz en este siglo tiene una meta ambiciosa de construcción y se planeó con un tiempo menor a los 3 años, desafío que de cumplirse la convertirá en aquella que más rápido se ha puesto en pie, pero la apuesta conlleva el riesgo de enfrentar todo tipo de retrasos.
El último intento por edificar una -en realidad era un anexo a la Miguel Hidalgo- fue del expresidente Felipe Calderón, quien aunque sólo construyó una barda -casi completa- reportó un avance de 5% en 5 años que recibió presupuesto.
Haciendo un comparativo, cada punto porcentual del avance general del proyecto le llevó 12 meses a Calderón, mientras que la obra de AMLO ha avanzado 1.6 puntos porcentuales cada mes, lo cual es 19 veces más rápido y en un terreno virgen.
Pero esa rapidez podría no ser suficiente aunque a la secretaria Rocío Nahle se le vea optimista.
Y es que la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, registra un avance general de 33% y de un 54% en presupuesto, es decir, que los pagos han avanzado más rápido que lo que lo hace el avance físico, lo que evidencia un retraso en proveedores que estaría fuera del control del ejército mexicano a quien se asignó la obra, lo que complica aún más una apuesta que ya era difícil de cumplir.
En el desglose de avances se especifica que se han terminado las ingenierías básicas de 17 plantas de proceso, se concluyeron las cimentaciones profundas para las plantas industriales, se finalizó la adecuación del sitio, etc.
En la fabricación de 235 equipos críticos se tiene un avance de 50.4%, el de la fabricación de plantas modulares es de 85%.
En tanto que la manufactura de 49 tanques de almacenamiento va en 74% y la de 34 esferas, en 30%. En cuanto al desarrollo de ingeniería básica extendida (fase I) se concluyeron los trabajos necesarios para iniciar los contratos de ingeniería complementaria, procura y construcción.
Destacó que también ya se formalizaron los contratos para la construcción de plantas industriales (fase II), que han iniciado con trabajos de ingeniería complementaria y construcción de cimentaciones superficiales para las plantas.
Y la construcción de los edificios administrativos tiene una evolución de 57%. El informe apuntó que se han generado 31,083 empleos directos y 51,583 indirectos.
La refinería de Dos Bocas va a tener una capacidad de proceso de 340 mil barriles diarios de crudo pesado tipo Maya, esta administración ha señalado que con esta obra en conjunto con las otras seis refinerías de Pemex, se pretende tener autosuficiencia energética, al incrementar la oferta de gasolina y diésel en más de 290 mil barriles diarios.
En su discurso, AMLO expuso que desde hace 42 años, el inicio del periodo neoliberal, no se había construido una nueva refinería en México, la última fue la de Salina Cruz, Oaxaca, que empezó a operar en 1979.
’Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1993, en vez de hacer aquí una nueva refinería se optó porque Pemex se asociara con Shell para compartir la refinería Deer Park de Houston, Texas. Este año se hizo la oferta para comprar la parte de la petrolera extranjera y se cerró la operación con un costo de 596 millones de dólares’, declaró el presidente.
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